“No existe la opinión pública. Lo único que hay es opinión publicada”.
Winston Churchill
La gente suele confundir los puntos de vista de los opinadores profesionales con la opinión pública. Lo que publican los “expertos” en las páginas de los periódicos se ve como un reflejo de la opinión de la gente. La experiencia nos dice, sin embargo, que la opinión publicada muchas veces es contraria a la opinión pública. Por eso con frecuencia se registran sorpresas en los procesos políticos y electorales. La gente a la que se le ha dicho que un determinado gobernador es impopular, por ejemplo, se asombra después cuando éste demuestra, por el contrario, su popularidad.
Sólo las encuestas nos permiten tener una idea de la opinión pública. Y cuando vemos los resultados que estos estudios nos ofrecen, nos damos cuenta de lo poco que sabemos sobre lo que opina la gente. En estos últimos días he tenido oportunidad de leer una encuesta telefónica del Gabinete de Comunicación Estratégica, de Liébano Sáenz, que ofrece algunas informaciones sorprendentes.
¿Quiénes son, por ejemplo, los gobernadores que reciben una mejor calificación de sus gobernados? Se trata de cinco miembros del PRI. En el primer lugar, y por amplio margen, se encuentra el gobernador de Tabasco, Andrés Granier. Le siguen el de Coahuila, Humberto Moreira; el de Veracruz, Fidel Herrera; el de Tamaulipas, Eugenio Hernández y el de Sonora, Eduardo Bours. No son los gobernadores que hubiéramos considerado más populares sobre la base de la opinión publicada.
¿Cuáles son los que tienen peor calificación de su propio pueblo? En la parte de abajo de la tabla sí hay diversidad de partidos. En el último lugar está el priista Ulises Ruiz de Oaxaca precedido del perredista Zeferino Torreblanca de Guerrero, el panista Emilio González Márquez de Jalisco, el también panista Luis Armando Reynoso de Aguascalientes y la perredista Amalia García de Zacatecas.
La encuesta revela que los ciudadanos de una mayoría de las entidades de la federación, incluyendo al Distrito Federal, considera la seguridad pública como el principal problema que enfrentan. No muy atrás se encuentra la preocupación que se manifiesta por el desempleo. Los ciudadanos de un sólo estado, Oaxaca, expresaron que su principal preocupación era la economía, pero ésta es la entidad cuya economía fue destrozada por los bloqueos de la APPO en 2006.
El que los gobiernos repartan recursos entre la población no significa que ésta le dé una buena calificación al régimen que asume esta práctica. El 40 por ciento de los capitalinos, por ejemplo, afirma que cuando menos alguno de sus familiares ha sido beneficiado por un programa social del Gobierno. Es la mayor cifra del país. Y, sin embargo, Marcelo Ebrard se encuentra más bien en la parte baja de la tabla de calificación.
Quizá la razón es la inseguridad de la capital de la República. Más del 60 por ciento de la población del Distrito Federal afirma que ella o algún familiar ha sido víctima de algún delito. Es el registro más alto del país. Le siguen el estado de México, Baja California, Oaxaca, Aguascalientes y Michoacán. En contraste, apenas un 15 por ciento de los encuestados en Yucatán afirma haber sido víctima de algún delito o dice que éste afectó a un miembro de su familia. Otros estados en donde la opinión pública registra poca incidencia de delitos son Nayarit, Colima, Durango y Veracruz.
En lo que concierne a la corrupción, también el primer lugar es el Distrito Federal, pero sólo en una medida. Un 75 por ciento de los encuestados dice que conoce o ha escuchado de un familiar o amigo que tuvo que dar dinero para realizar un trámite. Del otro lado de la escala se encuentra Zacatecas, en que sólo un 40 por ciento responde que sí a esta pregunta. Si la pregunta cambia, sin embargo, y se pregunta a la gente si a ella le solicitaron un pago distinto al estipulado para realizar un trámite, la situación cambia. Oaxaca queda en la peor posición, con un 35 por ciento de respuesta positiva, mientras que el DF pasa del primer lugar al décimo.
La avalancha de propaganda con la que los diputados y los senadores defienden su desempeño a través de los medios de comunicación no ha hecho mella en la opinión de los mexicanos. El Ejército y las universidades son las instituciones que más confianza generan. Les siguen los vecinos, la Iglesia, el presidente, el gobernador, los medios de comunicación y el IFE… sí, ése IFE que fue desmantelado por los legisladores supuestamente por estar desprestigiado. En cambio, los senadores, los sindicatos, la Policía y los diputados se encuentran en los últimos lugares en materia de confianza.
El estudio que ha hecho el Gabinete de Comunicación Estratégica nos ofrece una visión bastante completa de la opinión pública. No hay que depender de los puntos de vista de los opinadores profesionales para ello. De hecho, nos permite damos cuenta de que la opinión pública es radicalmente distinta de la opinión publicada.
TERMINAL 2
Hoy comienzan Aeroméxico, Aeroméxico Connect (antes Aerolitoral) y LAN Chile sus operaciones desde la terminal 2 del aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Con esto serán menos frecuentes los envíos de aeronaves a posición remota, con el consiguiente ahorro de tiempo. Pero la terminal 2 es un simple paliativo. Tarde o temprano habrá que construir un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México. Y el lugar ideal sigue siendo Texcoco.
