Ozzy actuó en México por primera vez en 1995 y se llevó gratos recuerdos, por lo que dice estar muy emocionado de regresar a esta capital.
“¡Todavía estoy bien pin… loco!”, grita Ozzy Osbourne cuando habla sobre la transición que ha tenido su imagen del Príncipe de las Tinieblas a un hombre sencillo y “mandilón”, gracias a la exposición que le dio tener su propio reality show en MTV.
“Ya no me drogo, no bebo y tampoco fumo. Creo que ahora tengo la responsabilidad de evitar que mi cuerpo se deteriore más, y trato de mantenerme en forma. De todo lo que he hecho en la vida, me faltaría aprender español”, comenta el músico de 60 años en entrevista desde Los Ángeles.
Sin embargo, y a pesar de que la imagen de Ozzy entre las diferentes generaciones de adeptos al rock se ha modificado con el paso de los años, a él le queda claro que hay una forma en la que le gustaría ser recordado: “Un hombre que amó hacer música”.
Incluso el polémico rockero y ex líder de Black Sabbath se considera un hombre “afortunado” y “bendecido”, porque hasta el día de hoy ha logrado mantenerse activo física y musicalmente.
“Tengo 40 años haciendo música, y en realidad no sé cómo puedo describir quién soy o mi sonido actual, porque tengo muchas influencias en el mundo y he tratado de progresar con el tiempo. Muchos piensan que soy menos rudo ahora (risas)”, señala Osbourne, quien encabeza el cartel del festival que se realizará el ocho de abril en el Foro Sol, junto a las otroras agrupaciones Korn y Black Label Society.
Curiosamente, el veterano músico destaca el hecho de que el metal haya cambiado su sonido a través de las décadas.
“Cuando inicié en este negocio (a principios de los 70), los jóvenes estábamos enojados con el mundo, era algo más hippie. El metal de ese entonces no se comparaba con el actual”, subraya Ozzy.
Considerado “El Padre del Metal”, Ozzy Osbourne sueña extrañado cuando los nuevos músicos se refieren a él como una influencia: “Lo más curioso de todo es cuando algunos dicen estar inspirados en mi música y francamente cantan (tan) espantoso, que no se entiende nada”.
“Frecuentemente me preguntan qué opino de las nuevas generaciones de metaleros, sobre todo por el legado de Black Sabbath, y entonces me parece que el Ozzfest (festival anual que lleva su nombre y que es organizado por su esposa Sharon Osbourne en Estados Unidos), es una buena plataforma para mostrar qué están haciendo las nuevas bandas”, dice el rockero, quien actualmente promociona su álbum Black Rain (2007).
Ozzy actuó en México por primera vez en 1995 y se llevó gratos recuerdos, por lo que dice estar muy emocionado de regresar a esta capital.
“Ha pasado mucho tiempo desde que fui a México. Me trataron muy bien. Me acuerdo que cuando llegué al aeropuerto la gente enloqueció... no tuve mucho tiempo para visitar más lugares, pero fui a las pirámides de Teotihuacán y me encantó”, recuerda el intérprete de Iron Man.
Por último, y en relación con el proyecto de Heaven and Hell, en el que participan sus ex compañeros de Black Sabbath (Tony Iommi, Vinny Appice y Terry Geezer Butler) junto al vocalista Ronnie James Dio, Ozzy dijo: “No he escuchado a qué suenan, pero la relación con ellos quedó en buenos términos”.
“Dio me parece un gran vocalista, les deseo suerte”, concluyó el músico inglés.