La señora Cruz Hernández Cruz mira el pozo de su casa con nostalgia y preocupación, pues sabe que pese a haberlo remodelado hace apenas un mes, no obtendrá de él el agua para beber que su familia necesita.
Ella, de 40 años de edad, es una de las cientos de personas damnificadas que habitan una de las casi 600 comunidades rurales, cuyo territorio fue arrasado por la corriente desbordada del río Coatzacoalcos, tras las intensas lluvias que se registraron en el sureste de Veracruz.
Su casa, a diferencia de otras de la comunidad Emilio Carranza, no fue destruida por la corriente, sin embargo, el agua la cubrió durante más de siete días, lo que provocó que perdiera la mayoría de sus pertenencias, desde su ropa hasta sus escasos muebles.
No obstante, en entrevista reconoce que por el momento su principal preocupación no son los objetos perdidos, los animales muertos, y ni siquiera la comida. Su mayor angustia es que no tiene agua para poder beber.
"Nuestro principal problema ahorita es el agua, porque el agua del pozo que tenemos apesta, ahorita lo que necesitamos es eso, porque la despensa gracias a Dios nos ha llegado, poquito pero nos ha llegado, pero para beber no tenemos nada" indicó.
Recordó que a finales de agosto pasado terminó de remodelar el pozo ubicado en el patio trasero de su casa, con el objetivo de que filtrara mejor el agua para que ella, su esposo, y sus tres hijos pudieran tomarla con menor riesgo a enfermarse.
"Pero luego vino la inundación y se trajo todo el lodo, y ahora que vimos cómo quedó no sirve, está tapado y va a tardar en componerse porque así ya no sirve, llego mucha agua pero no hay para tomar, hasta burla parece", afirmó.
El agente municipal de la localidad, Jaime Orozco Cruz, reconoció que 90 por ciento de las 214 familias de su comunidad no tiene agua suficiente para beber, por lo que urgió a las autoridades a incrementar el apoyo en este sentido para evitar deshidrataciones.
Al respecto, el director de Atención de Emergencias de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la región Golfo Centro, Pablo Alejandro Ruiz Ortíz, afirmó en entrevista que se trabaja para enfrentar esta problemática que afecta a comunidades rurales.
Explicó que para dar una solución mucho más amplia a esta situación, además de la repartición de botellas con agua purificada, se ha implementado una estrategia para la puesta en marcha de al menos una treintena de plantas potabilizadoras de agua.
"Lo que hacen estas máquinas es que aprovechan la misma agua que ya hay en el lugar, la absorben y tras procesarla queda ya apta para el consumo humano sin ningún riesgo.
Agregó que hasta ahora se han potabilizado casi 96 mil litros de agua, sobre todo en las zonas afectadas y rurales.
Añadió que las brigadas sanitarias han iniciado también la desinfección de algunos pozos con cloro, y afirmó que hasta ahora han sido rehabilitados 453 y tres sistemas de agua.
