Existe mucha irresponsabilidad de parte de los padres de familia al permitir conducir a sus hijos -menores de edad- sin las debidas precauciones.
Las autoridades proceden con infracciones pero no logran hacer conciencia.
Sombrerete, Zac.- La irresponsabilidad de los padres de familia, que les sueltan las llaves del auto a los menores de edad, ha conllevado a una serie de accidentes, donde muchos de ellos han resultado con fatales consecuencias.
En un peligro al volante se han convertido los menores de edad, ya que el director de Vialidad del Municipio, José Ángel Dávila Morales, se queja de que si los padres de familia desconocen el contenido del Reglamento de Tránsito, en el caso de sus hijos, la situación está peor.
Infracciones.
Sin los elementales conocimientos en la materia, los paterfamilias les sueltan las llaves del auto, para realizar mandados, para salir de compras con sus madres a bordo, para acudir a la escuela o para salir los fines de semana con sus amigos de secundaria.
Ya son varios jovencitos menores de edad que han perdido la vida y hasta el momento, el director de Tránsito, José Ángel Dávila, señala que se han infraccionado alrededor de 100 adolescentes.
El problema se trató en la sesión de Cabildo, ya que la regidora María Gloria Valdez Bañales señala que los jovencitos aprenden a manejar desde los diez años de edad.
Sin conocimiento.
Al no saber conducir, los jovencitos exponen la vida de los demás, ya que muchas veces no prenden las direccionales al doblar una esquina, o rebasan por la derecha o manejan a gran velocidad.
Aunque Dávila señala que es en la secundaria cuando los paterfamilias les sueltan las llaves del auto a sus hijos menores y muchos de ellos llegan a la ciudad, desde las comunidades cercanas.
Dávila Morales indicó a los regidores que por su parte se está actuando y se ha sancionado a los menores cuando violan las reglas de tránsito y ponen en peligro la vida de los demás o manejan en forma imprudente.
Pero el problema, agregó, es de fondo y son los padres de familia quienes deben pensar en la magnitud del peligro en que se ven envueltos sus hijos, ya que éstos poseen mínimos conocimientos en materia de tránsito y vialidad y muchas veces conducen a gran velocidad sin medir las consecuencias.
Las regidoras solicitaron al Ayuntamiento que se establezca un programa de vialidad, donde se concientice a la ciudadanía acerca de este problema y que los padres de familia, sobre todo, asuman su responsabilidad en este grave problema.
Por Brisia Arlette Ramírez
