Evelyn Nava Rodríguez afirma que México va por buen camino en el tema de bioseguridad, pues se ha visto forzado a mejorar sus condiciones en el tema, por su cercanía con los Estados Unidos.
El Siglo de Durango
Evelyn Nava Fischer es investigadora y doctorante en Regulación de Bioseguridad y transferencia de conocimientos, del Centro de Relación de Negocios, Rendición de Cuentas, Sustentabilidad y Sociedad (BRASS), por sus siglas en inglés, en la Universidad de Cardiff, en Gran Bretaña, pero es originaria de Durango.
Ella, a través de la investigación que ha estado realizando en países en desarrollo como en la India, México, Centroamérica y otros, afirma que por lo menos en los últimos 25 años el 75 por ciento de las enfermedades emergentes, o que se creían ya controladas en los humanos, provienen de los animales. La gripe aviar, la tuberculosis, la brucelosis, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), malaria, por mencionar algunas, provienen del reino animal. En su mayoría son enfermedades producidas localmente (en los países), que por su rápida expansión pueden convertirse en amenazas globales que atentan contra la seguridad.
RIESGOS
Las condiciones de bioseguridad en algunos países desarrollados es buena, pero no están exentos de tener problemas, como lo fue el caso de Gran Bretaña, en el 2001, con la presencia de la fiebre aftosa, que le causó pérdidas a su economía de entre ocho y diez billones de libras esterlinas (entre 16 a 20 billones de dólares), pues afectó la ganadería, el turismo, la inversión y hasta el empleo.
Aunque no hay un estudio aún que lo compruebe, también existe una correlación entre el incremento de algunas enfermedades crónicas o degenerativas, como es la hipertensión y la diabetes, incluso la obesidad, sobre todo en los países que están en vías de desarrollo, ya que existe la hipótesis de que en esta clase de países no existen políticas de bioseguridad robustas que permitan coordinar los esfuerzos de comercio y sanidad alimentaria.
Así, la fragilidad en el manejo sanitario de las naciones se combina con la vulnerabilidad en la protección de las fronteras a la importación de productos en riesgo, cuyo peor escenario permite activar un coctel microbiológico con efectos devastadores en las economías nacionales y en la salud pública.
¿QUÉ ES LA BIOSEGURIDAD?
Bien. La bioseguridad, políticamente, es un nuevo concepto, sin embargo, esto se encuentra ya en la historia. Hubo amenazas de bioseguridad en Estados Unidos, también en Gran Bretaña, a causa de la transmisión de enfermedades, por agentes invasivos que se convierten en un problema grave, sobre todo recientemente para la industria ganadera y para la salud pública.
Ahora la bioseguridad incluye aspectos más amplios como la regulación de productos de consumo derivados de la biotecnología, la nanotecnología y las ciencias de la vida como la clonación, transgénicos, etcétera, y como esto puede afectar al comercio, el medio ambiente y la salud. Y respondiendo a tu pregunta, si no se tienen políticas de bioseguridad, existe mayor vulnerabilidad a las enfermedades de tipo emergente, y a la degeneración de los sistemas de producción y consumo y del medio ambiente, sobre todo.
¿AFECTA MÁS A PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO?
Fue un caso especial. De hecho existen muchas teorías del porqué se presentó la fiebre aftosa en Gran Bretaña, aparentemente por la importación de ganado infectado de países en desarrollo. Le afectó billonariamente y una economía puede caerse por no tener suficiente bioseguridad.
Se destruyó la economía rural y semirural y tardó mucho tiempo en su recuperación, además afectó los procesos de producción y consumo. Todavía el año pasado hubo un nuevo brote en Gran Bretaña, esta vez por la falta de bioseguridad en los laboratorios de experimentación.
¿Y EL PROBLEMA DE LAS VACAS LOCAS?
Se dice que fue la presión de la competencia comercial, con lo cual los ganaderos de Gran Bretaña experimentaron en dar de comer a su ganado desechos animales, por ser un alimento de engorda más barato. De este modo los animales comenzaron a reaccionar y a tener trastornos cerebrales que determinaron el famoso efecto de la vaca loca.
El efecto de la vaca loca es un problema de salud pública, pues lo anterior también afecta al ser humano en trastornos del sistema nervioso, por eso es un problema de salud pública.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS DE NO TENER BIOSEGURIDAD?
Pues, precisamente en el renglón de algunas enfermedades que padece el hombre como la tuberculosis se decía que ya era una enfermedad controlada en el siglo pasado, o como la gripe aviar que es emergente con riesgo de transmisión zoonótica (de animal al ser humano), que son sobresalientes o llaman la atención a causa de que las cepas de los virus o bacterias son más resistentes y que mantienen un potencial epidémico o pandémico. Los riesgos no sólo terminan en el contagio de animal al ser humano, sino que una vez que un ser humano se encuentra enfermo, puede ser un foco de infección masiva. Pero la bioseguridad será un aspecto básico para el control de riesgos futuros una vez que los productos biotecnológicos, como los de origen animal clonados por mencionar algunos, entren ya al mercado en menos de cinco años, dado que sus efectos en el medio ambiente y la alimentación no han sido experimentados a largo plazo. Por eso este campo de estudio irá de la mano de la biotecnología.
¿POR QUÉ ANTES NO HABÍA TANTO PROBLEMA?
Es un aspecto de percepción. No hay que olvidar que el comercio de animales comenzó en las rutas coloniales entre España y la Nueva España, Inglaterra, Portugal y sus colonias, por ejemplo. Antes no había control fronterizo, no existían los pasaportes, y sí había intercambio de enfermedades, pero a menor escala. Lo que no había era el control de bioseguridad ni la interdependencia y efervescencia tecnológica.
Hay que recordar que Europa fue el primer continente colonizador y fue el primero que impulsó las políticas y la coordinación sanitaria, así como los regímenes de cuarentena.
¿POR QUÉ ALGUNOS PAÍSES SON MÁS VULNERABLES?
En los últimos 20 años, comenzó una presión muy fuerte de los países exportadores para disminuir las restricciones al comercio, y una presión por parte de los importadores, que tenían la capacidad de negociación, para aumentar la protección comercial. Así se creo un desbalance en los países en desarrollo, pues no contaban con la capacidad de negociación, infraestructura y organización que los puso en desventaja. Si estos países quieren exportar, deben cumplir con estándares de bioseguridad, pero cuando se importan productos a menudo no cuentan con la infraestructura para evaluar los riesgos, y así enfermedades o productos contaminantes pueden interactuar con otras propagándose. Eso los hace vulnerables, como puede ser el caso de los transgénicos en plantas. Pero existe ahora más concientización internacional con asistencia técnica que debe ser todavía más reforzada y negociada.
¿Y CÓMO ESTÁ MÉXICO EN EL TEMA?
México tiene dos condiciones que lo hacen potencialmente favorable para la implementación de políticas de bioseguridad más sofisticadas. La primera es el comercio que tiene con Estados Unidos y la situación de aislamiento geográfico. En un acercamiento que tuve con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), esta dependencia afirma que México tiene una diferencia de 70 años de estar supervisando la tuberculosis para erradicarla, en comparación con los Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de esto, el país ha estado aprendiendo de los errores comerciales a poner más atención en las políticas de bioseguridad. Esto va mejorando su capacidad de respuesta ante riesgos futuros más complejos. El gran reto, es extender estos estándares de productos y regiones clasificadas para la exportación de productos a los productos de consumo nacional y sobretodo motivar al consumidor a conocer los efectos de lo que supermercados y el “marketing” ofrecen.
Currículum
Evelyn Nava Fischer ha sido investigadora asociada y consultora técnica para organismos internacionales. Trabajó para la UNESCO en transferencia de conocimientos socio-técnicos; en estándares sanitarios, comercio y patentes para la Agencia de Cooperación Alemana; en las relaciones EU-Latinoamérica para el Comité Económico y Social Europeo y fue directora del Consejo Coordinador Empresarial Durango. Ha ganado diversos reconocimientos internacionales, entre ellos de becaria de excelencia del gobierno francés y es socia del círculo de jóvenes expertos del prestigioso periódico alemán, Die Zeit. Su página: http://www.brass.cf.ac.uk/people/PhD_Scholars--Evelyn_Nava-Fischer.html
