EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Palabras de poder

Jacinto Faya Viesca

NADA ES TAN INSOPORTABLE PARA EL HOMBRE QUE ESTAR EN PLENO REPOSO, SIN QUEHACERES Y SIN PASIONES.

El aburrimiento domina cada vez más a las actuales sociedades de los países desarrollados. De hecho, el hastío ya no se presenta solo, sino que se hace acompañar de estados depresivos. En la antigua Grecia, a la combinación de hastío con depresión se le llamaba “melancolía”. El hastío es muy difícil de combatir, pues casi siempre creemos equivocadamente, que lo podemos atacar con simples sensaciones placenteras. Los placeres no extinguen el dolor del hastío, pues éste siempre se da ante el hecho de que la persona que lo sufre, experimenta un “vacío emocional”. El filósofo y matemático francés, Blas Pascal, afirmó: “Nada es tan insoportable para el hombre como estar en pleno reposo, sin quehaceres, sin distracciones, sin aplicación, sin pasiones. Le domina entonces una sensación de vacío, de impotencia, y cae en la melancolía y el aburrimiento”.

En última instancia no queremos saber qué es el aburrimiento, sino cómo extinguirlo. Una pista para saber cómo atacarlo, lo avizora Charles Morgan, quien piensa: “Aunque los que no saben soñar sean más propensos al aburrimiento, la antítesis del aburrimiento no es el sueño, sino la pasión y la resolución de problemas inmediatos y concretos”. Los psicólogos nos han dicho muy poco sobre el hastío. Este sentimiento que nos paraliza y nos aleja de la acción y del disfrute de la vida, ha sido magistralmente descrito por los novelistas y biógrafos. Stephan Zweig, uno de los más grandes biógrafos que han existido, nos da unas pinceladas del hastío, cuando escribió: “El demonio de Casanova (se refiere Zweig al gran conquistador de mujeres) es el aburrimiento. Está completamente vacío. No tiene sustancia anímica y por eso, para no consumirse interiormente, tiene que llenar este vacío interior con lo exterior (el juego y la conquista de mujeres); es decir, con acontecimientos. Necesita ocupar su yo, fortalecer su vida, no quedarse nunca solo con sí mismo, no tiritar en el frío del vacío. Sólo el roce con sus semejantes enciende su propia vitalidad. Cuando está solo es de los tipos más aburridos que pueden imaginarse. Por eso juega. El juego es un extracto de la tensión de la vida; es un resumen del destino, y es el asilo de todos los hombres que viven del momento y la eterna distracción de los ociosos. Es un verdadero jugador y, por lo mismo, no juega para ganar, pues eso sería muy aburrido, sino que juega únicamente por jugar”.

CRITILO nos da una serie de ideas, que bien meditadas, podrían convertirse en una de las estrategias más eficaces para luchar permanentemente contra nuestro aburrimiento. “El hastío crónico –dice un pensador- es el resultado de un pecado de omisión. Es el aguijón de lo que no es, el dolor de la vida no vivida, de los caminos no explorados, de los riesgos no asumidos, de las personas no amadas, de los pensamientos no pensados, de los sentimientos no experimentados. Es el dolor sordo de las posibilidades que hemos condenado, no por que fueran incompatibles con lo que escogimos llevar a la realidad, sino a causa de nuestra timidez y nuestros temores. Una vida tediosa está muy cerca de la idea cristiana del pecado, que según San Pablo era el aguijón de la muerte en vida”.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 384418

elsiglo.mx