Armada la española Maripaz Vega con muleta en mano la española muestra su toreo valiente y estructura una faena pulcra y con idea, llevando al toro con parsimonia, logrando que el animal humille pegadito a la muleta. (Fotografía de Jesús Galindo López)
El novillero Daniel González “Palomillo”, chaval de tan sólo trece años, cortó dos orejas y resultó triunfador del festival taurino que se realizó en la Plaza de Toros Salvador Barrera de esta ciudad, ante una aceptable entrada en los tendidos.
El cartel programado había sufrido cambios imprevistos, y por causas de fuerza mayor el “Duende” no pudo acudir a la cita, ocupando su lugar el joven novillero Daniel González “Palomillo”.
Partieron plaza la española Maripaz Vega (vestida de corto); de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Rafael Hernández “Palomo” (vestido de charro); de La Laguna, Aarón Hinojosa (vestido de corto); de Monterrey, Nuevo León, Daniel González “Palomillo” (vestido de charro); y una cuarteta de niños forcados conformada por Javier Eleazar Martínez Escamilla, Óscar Daniel Vargas Mendoza, Gilberto Ezqueda Martínez y Enrique Delgado, de la Escuela Taurina del Municipio de Escobedo, Nuevo León.
El primero de la tarde, denominado “Aaroncito”, con 454 kilogramos, correspondió a la matadora Maripaz Vega, que recibe al astado con tanda de verónicas, llevándolo con cadencia de las tablas a los medios. Armada con muleta en mano la española muestra su toreo valiente y estructura una faena pulcra y con idea, llevando al toro con parsimonia, logrando que el animal humille pegadito a la muleta. A la hora de la verdad Maripaz deja escapar el trofeo tras pinchar en repetidas ocasiones, sin embargo logra hundir el acero con efecto de muerte en el sexto intento; el público le reconoce su entrega y esfuerzo con palmas.
El segundo de la tarde, “Jorgito”, con 384 kilogramos, es para Rafael Hernández “Palomo”, quien recibe al burel con medias verónicas, en el tercio de varas el astado acude con bravura. Tercero de la tarde, “Don Fito”, 415 kilos, para Aarón Hinojosa que lo recibe con verónicas y después de probar la bravura del astado solicita cambio de tercio, el novillo acude con intensidad al caballo, recibiendo visible castigo.
Aarón le realiza en los medios dos faroles de pintura que electrizan de emoción al tendido. Hinojosa coloca y comparte la suerte de banderillas con la matadora Maripaz Vega, en la suerte la torera es sorprendida por el novillo, quien después de acudir al capote del subalterno lo pasa y gira haciendo por ella pero escapa con un quite, logrando salir del apuro para luego colocar un par ante la algarabía del público; continúa el tercio, Aarón logra colocar el segundo par con estético violín en los medios y posteriormente con gran técnica coloca el tercero. Este es el tercio más emotivo del festival.
En fraternal gesto el novillero de la tierra brinda la muerte del novillo a los hermanos Maripaz y Jorge Vega. Con la muleta el novillero muestra su toreo apasionado, toreando al compás de la música, en el tendido se escucha “Pelea de gallos”.
A la hora de la verdad Aarón deja media estocada con efecto certero, pasaporteando al novillo al más allá. En el tendido se escuchan las palmas.
El cuarto novillo de la tarde, denominado “Vamos”, de 270 kilogramos, “Palomillo” muestra su valor y entrega al realizar dos gaoneras, arrancando el ole y logrando conectar con el tendido, al continuar con su faena el novillero es desarmado, pero sin amedrentarse sigue con su toreo valiente, por un momento quita la vista del novillo y éste hace por él logrando empalarlo en dos ocasiones afortunadamente sin consecuencias.
Previamente ingresan al ruedo los niños forcados para realizar la suerte de pega, la cual culmina de manera exitosa y con emotivas palmas del respetable. Al realizar la suerte máxima, “Palomillo” hunde el acero hasta la empuñadura, y con estocada perfecta da muerte a su enemigo, al tiempo que el burel muerde el polvo el tendido explota de emoción gritando a una voz “torero, torero, torero”... “Palomillo” obtiene con mucho mérito una vuelta al ruedo y dos apéndices.
Impresionante resultó presenciar cómo el público no abandona la plaza y obligó con las palmas a dar una vuelta más a Daniel González “Palomillo”, que en compañía de los niños forcados sostiene el capote y da la vuelta recibiendo billetes y monedas del tendido y sobre todo el premio más grande, el reconocimiento y entrega del público lagunero.
Los novillos de la ganadería del matador en retiro Arturo Gilio acudieron al caballo y exigieron a los toreros.