Tras concluir con sus estudios en la Oral Roberts University de Tulsa, Oklahoma, la golfista gomezpalatina sueña convertirse en profesional. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Feliz de estar nuevamente en la Comarca Lagunera, se mostró la golfista lagunera Pamela Ontiveros, quien ayer, junto a la sudafricana Candice Satow, impartió una clínica a los integrantes del equipo infantil y juvenil del Campestre Gómez Palacio.
Los consejos se enfocaron más en el juego corto, ya que las ex alumnas de la Oral Roberts University (ORU) en Tulsa, Oklahoma, consideran que ahí es donde se ganan los torneos. Además supervisaron la técnica en el golpeo de la pelota con los diferentes bastones.
“También les dimos tips para que luego los pongan en práctica, el jueves pasado estuve con las señoras y fue muy divertido, son completamente diferentes las enseñanzas, aunque fue el mismo aprendizaje, el putt, approach y tiros desde el rough”, dijo mientras se ponía de acuerdo con Hassan Chaúl García, para jugar una ronda en el club deportivo durante la tarde.
Confesó que estará en la región por espacio de tres meses, con viajes esporádicos a la Sultana del Norte para entrenar con la Selección Nacional. En los primeros días del mes concluyó con sus estudios de Psicología, aunque hasta mayo tendrá la graduación.
“Regresaré en abril a Estados Unidos, todavía soy amateur y por lo pronto jugaré el Abierto de Aficionadas en el Club Bosque Real en México, además de estar en torneos, aunque tratando de calificar para los dos de la LPGA en 2009”.
En marzo pasado recibió de último momento junto a la también mexicana Regina Rosas, las últimas invitaciones para participar en el MasterCard Classic de la Asociación Femenil de Golfistas Profesionales (LPGA, por sus siglas en inglés) en el mismo campo que jugará de Huixquilucan, que cuenta con seis mil 876 yardas en los 18 hoyos.
Sobre su participación dijo: “estuvo muy padre, agarré mucha experiencia y no estoy tan lejos del profesionalismo, no es imposible, incluso me motivó más para seguir jugando, aunque me fijé lo que tengo que mejorar para estar al lado de Lorena Ochoa y las demás jugadoras, es mi sueño, no visualizo otra cosa que convertirme en profesional”.
Señaló que la golfista tapatía, la número uno del mundo, le dio infinidad de consejos, entre los que sobresalen seguir practicando consistentemente, con muchas ganas, detectar los errores para que luego sean sus puntos fuertes y nunca dejar de soñar.
A pesar de que su maestro, el profesional de golf Leo Pilar, radica en la ciudad de León, Pamela le tiene plena confianza y una fe ciega, por lo que la comunicación es constante, sobre todo vía telefónica: “continúa corrigiéndome los errores, en tres minutos ajustamos, porque me conoce a la perfección”.
Ontiveros Urbina dijo que la experiencia en Tulsa le dejó grandes recuerdos, donde aprendió mucho y fue provechoso, sobre todo jugar en el equipo de la Universidad ORU y dejó en claro que si volviera a nacer, tomaría el mismo camino, aunque mencionó que cerró una etapa de su vida muy satisfactoria.
“Del siete al nueve de enero tengo el Abierto de Aficionadas en Bosque Real, me hablaron para confirmar mi participación, somos como 60 en la categoría campeonato, de las cuales diez son extranjeras y las primeras cinco tienen asegurado un boleto para jugar un torneo LPGA”.
Agradeció a las personas que la han apoyado siempre, dejando en claro que su familia juega un papel muy importante en su carrera deportiva y personal, ya que es el motor que la impulsa y motiva para cosechar grandes éxitos, aunque desprenderse de ella cuando fue becada en Oklahoma fue el sacrificio más complicado que tuvo.
