En las sesiones alternas realizadas en el auditorio del edificio “E” de la Cámara de Diputados, se aprobaron 14 dictámenes, de los cuales, por los menos, seis no pasaron ni siquiera por el escrutinio de las comisiones de trabajo. (Archivo)
Aprovecha el tricolor y el blanquiazul la toma de tribunas para aprobar sin debate las modificaciones legales que más les convienen.
En las últimas cuatro sesiones alternas en la Cámara de Diputados se aprobaron en “fast track” 14 reformas de Ley, gracias a la mayoría del Partido Acción Nacional (PAN) y del Revolucionario Institucional (PRI). La ola de aprobaciones tomó 21 mil 720 minutos.
A pesar de la resistencia hacia algunos temas de parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), panistas y priistas aprovecharon la toma de la tribuna del Frente Amplio Progresista (FAP) en contra de la privatización energética, para aprobar sin debate y reservas, las modificaciones legales que más les convenían como la Ley de Adquisiciones y las Reformas al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal.
El viernes el FAP (PRD, Convergencia y Partido del Trabajo) celebró el acuerdo para un debate energético nacional, en la trinchera legislativa y festejaron su victoria; sin embargo, perdieron con leyes que afectan directamente sus intereses.
En las sesiones alternas realizadas en el auditorio del edificio “E” de la Cámara de Diputados, a unos metros del salón de plenos ocupado desde el 10 de abril y hasta el viernes por el FAP, se aprobaron 14 dictámenes, de los cuales, por los menos, seis no pasaron ni siquiera por el escrutinio de las comisiones de trabajo.
Apenas con 252 votos de 500 registrados, se eliminó la cláusula de gobernabilidad en el DF, con que se evitará que un partido concentre la mayoría absoluta en la capital del país, además de que permite la salida escalonada de magistrados electorales, y su elección ya no por “dedazo”, sino por convocatoria.
Esta legislación provocó la furia de los diputados del PRD por el DF, quienes acusaron a la presidenta de la Mesa Directiva de San Lázaro, Ruth Zavaleta de “traidora”, pues ella dio entrada a la minuta del Senado, sin que los legisladores se ocuparan en leer su contenido.
También, el PAN, PRI, PVEM, Nueva Alianza y con la abstención de Alternativa, avalaron la Ley de Adquisiciones, que impulsó el priista Eduardo Sánchez y con la que se abrirán las licitaciones electrónicas para combatir la corrupción que hay en la designación de contratos con el Gobierno Federal.
El FAP había pedido que no se aprobara este dictamen, y fue el presidente de la Junta de Coordinación Política, Héctor Larios quien aseguró que nadie les impondría la agenda.
El supuesto incumplimiento de un acuerdo para no votar la Ley de Adquisiciones provocó que el FAP abandonara temporalmente la Junta de Coordinación Política.
Marina Arvizu de Alternativa también intentó detener la votación, pero no la apoyaron.
En esa sesión quedó aprobado un dictamen a la Ley General de Educación, que provocó controversia, pues 39 panistas lo votaron en contra, y es que la nueva legislación pretende que desde el primer año de escolaridad los niños reciban educación sobre su sexualidad.
También se aprobaron con 276 votos reformas a la Ley General de las Personas con Discapacidad; y se avalaron con 267 votos cambios a las Leyes de Asistencia Social.
Esta reforma busca homologar los trámites y obligar a los patrones a informar sobre la seguridad social de sus empleados y el trabajo que realizan.
Con 265 votos a favor, se le concedió al Poder Ejecutivo aceptar las enmiendas que se especifican del convenio constitutivo de la Corporación Interamericana de Inversiones.
También sin discusión y con 266 votos por el sí, se aprobó un dictamen de reformas a la Ley que Establece Bases para la Ejecución en México.
De la mano, se avalaron modificaciones a la Ley General de Salud para regular y permitir el uso de cadáveres en la investigación científica y médica en el país.
En la sesión del pasado jueves, los legisladores del PAN, PRI, PVEM, Nueva Alianza y Alternativa prefirieron votar reformas de Ley en paquete, pues resultaba evidente el riesgo de la falta de quórum.
Así, avalaron cinco dictámenes, sin lectura, sin debate, sin explicaciones de por medio sobre su contenido.
Así, con 267 votos a favor se reformó la Ley General de Salud; del Trabajo; de Títulos y Operaciones de Crédito, de Inversión Extranjera, de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, Aduanera, del Impuesto Sobre la Renta; el código de Comercio, y la Ley del Seguro Social.
En esa ola de aprobaciones al por mayor, quedó avalado el viaje del presidente Felipe Calderón a Estados Unidos para asistir a la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Fuera de lo común en cada sesión en la que hay debates que pueden durar tres días, en la sede alterna se abatió el rezago legislativo con sesiones en promedio de dos horas, sin confrontaciones, sin cuestionamientos y sin debate alguno.
Acuerdan no impugnar iniciativas
Como parte del acuerdo no escrito por los partidos políticos en el Congreso, está el no impugnar las iniciativas que se aprobaron en “fast track”, durante los últimos 16 días en que el Frente Amplio Progresista ocupó las tribunas legislativas.
Lo anterior, predice un nuevo diferendo al interior de la bancada del PRD que esta molesta por la Ley de Adquisiciones, y principalmente por las modificaciones al estatuto de Gobierno del DF.
Por un lado el ala pejista de San Lázaro ya anunció que pedirá la expulsión de Ruth Zavaleta y de René Arce, por supuesta traición al partido.
Por su parte, la diputada del PRD Aleida Alavez presentó un amparo para inhabilitar todos los actos hechos en las sesiones de la sede alterna, por considerar que en su procedimiento fueron ilegales.
Según Alavez se violentaron los artículos 14, 16 y 68 de la Constitución, los cuales especifican las reglas a seguir para sesionar en una sede alterna, y entre ellas, está la convocatoria.
Y es que en el Senado de la República, Santiago Creel convocó a sede alterna, desde el salón de plenos, aún cuando éste estaba tomado también por el FAP.
Alavéz en representación de por lo menos 20 diputados que pertenecen a las corrientes internas del DF ligadas a René Bejarano y a López Obrador, solicitaron ya la anulación de los 14 dictámenes aprobados en San Lázaro.
Pero el resto de los legisladores –alrededor de 100- no apoyarán esta impugnación.
Así, los coordinadores parlamentarios del PRD, Javier González Garza; de Convergencia, Alejandro Chanona; y del PT, Ricardo Cantú, se reintegrarán a la vida legislativa con un “borrón y cuenta nueva” en lo que respecta a lo avalado en las sesiones alternas, pues se evitará una nueva confrontación entre partidos.