El antojo de comer pan surge cuando llueve o bajan las temperaturas. | Alonso Salazar.
Durango. Las lluvias y el descenso de temperaturas son factores que benefician directamente a los integrantes de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, según reconoce el ex presidente del gremio, Benjamín Flores Gómez.
Los días en los que se presentaron precipitaciones pluviales las panaderías vieron un repunte en sus ventas. “En esta ocasión, vamos como en un 10 ó 12 por ciento del incremento con respecto a los días de mucho calor, cuando baja la temperatura la gente come pan, eso siempre nos ha beneficiado”, explica el empresario.
Contratiempos.- En el tiempo ferial, expone, suelen resentir las bajas en las ventas. “A veces la gente pues se va a pasear y ya no compra pan. Por otro lado, hay días de calor y baja el consumo. De repente, en algunas pequeñas empresas nos consumen algo”, indica. En noviembre próximo podría ajustarse el precio de este alimento.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
