A pesar del entorno económico adverso, la empresa Pantus buscará consolidarse en el país y en el extranjero.
Con paso firme y más de una década cubriendo de fantasía los pies de la gente, Vicente Salvador de Velasco, director general de Pantus, diseña nuevas figuras y personajes en las pantuflas para la temporada otoño-invierno.
La empresa que se dedica a la producción de calzado de descanso, al igual que muchas otras compañías mexicanas, se encuentra en un momento determinante para su futuro ante la crisis y el aumento de insumos.
El empresario dijo que en los últimos 6 años lograron mantener sus precios, pero el costo de la materia prima subió 150 por ciento. Incluso, pasaron años donde se registraron 5 o 6 aumentos, lo cual pone a la compañía en una situación muy compleja.
“Todos nuestros productos son derivados del petróleo: el peluche, las suelas, los plásticos, los ojos, las tintas, por eso dependiendo de los costos del energético, cada vez nos cuesta más trabajo mantener a los clientes, que en ocasiones nos presionan para obtener mejores precios sin tomar en cuenta las condiciones del mercado”.
Pese a que el incremento de sus ventas es 85% más respecto al año anterior, sus utilidades se reducirán 20%; es decir, sí habrá ganancias pero para obtenerlas tuvieron que trabajar y vender el doble.
Para contrarrestar el entorno negativo, optaron por lanzar nuevas líneas que ayuden a superar los 4 millones de dólares vendidos en 2007, estimando cerrar el 2008 con ventas superiores a los 7 millones de dólares.
Como en todo negocio la competencia es inherente a él, peor aún cuando es desleal. “Los talleres clandestinos en México son un grave problema, ya que se hacen pantuflas de baja calidad; ante ello, tratamos de estar presentes en los mismos lugares donde ofrecen versiones pirata”.
Incluso, competimos con sus mismos precios y registramos los derechos de autor de cada uno de nuestros artículos.
Otro factor que les genera pérdidas y que considera el más difícil de combatir es el contrabando que viene principalmente de Los Ángeles a esos mercados y que no pagan impuestos, lo cual se traduce en costos menores del 50% a los de las empresas registradas.
Con dos plantas, una en Estado de México y otra en Zacatecas, Pantus genera 150 empleos directos y el doble de indirectos teniendo una capacidad de producción de 150 mil pares mensuales con 350 modelos divididos entre sandalia, pantufla de fantasía y pantufla básica pero en la actualidad su tope de producción en el año sólo llegó a 70 mil pares en octubre.
Paso a pasito
Pantus inició operaciones en 1987 bajo la tutela de Vicente Salvador Menchaca, padre del actual director general; con diseños sencillos, pantuflas normales y baratas hasta que en 1990 se inventó el pantutenis y surgió un boom por el calzado de fantasía.
Una inversión inicial de 20 millones de viejos pesos fue el primer paso la consolidación de la empresa que se enfocó a la creación de pantuflas con formas de personajes de caricatura, animales y diversos objetos y rostros.
“En ese entonces nadie creía que la gente fuera capaz de ponerse una pantufla así y al poco tiempo se comenzaron a hacer las de garra”. Este producto poco a poco se vendió entre la gente que quería hacer bromas, en los tianguis y después las colocaron en tiendas departamentales, donde se mantienen vigentes.
Al ser un artículo de una sola temporada, incursionaron en el negocio de las sandalias y pantuflas básicas pero como también había competencia, la estrategia fue adquirir licencias en el 2004 iniciando con la del equipo América, después Chivas y la de la selección mexicana, la cual por cierto, fue un fracaso.
“Buscamos otras firmas como Scooby Doo, Huevos Cartoon, Plaza Sésamo y en la actualidad, estamos con equipos europeos de futbol como el Manchester, Barcelona y Juventus”.
En este momento, la oferta se complementa con calzado de Eva inyectada, además de zapato casual y escolar, el cual cuenta con detalles ortopédicos, es antiderrapante, antibacterial y repelente al agua.
La diversificación de mercados es otra herramienta en su crecimiento, pues además de las tiendas departamentales y de autoservicio, Salvador de Velasco encontró un buen mercado en establecimientos de regalos, hospitales y empresas que desean producto promocional pero lo de moda son las pantuflas de boda.
“Hay gente que está dispuesta a gastar 200 pesos por persona, y si hablamos que en promedio son de 100 a 200 invitados, el desembolso es de 20 a 40 mil y ese nicho nos genera pedidos durante todo el año”, concluyó.
Algunas claves de su éxito
Si se tiene un negocio es necesario tomar
en cuenta varios factores:
Innovar y crear atractivos diseños
Competir en precios con los piratas
Buscar nuevos nichos de mercado
Mejorar el servicio al cliente
Ser puntual en las entregas
Los datos
7 millones de dólares son las ventas
que prevén para 2008
150 empleos directos genera la compañía en sus dos plantas
350 modelos son los que están en su catálogo