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Para ti

A LA CIUDADANÍA

Magdalena Briones Navarro

El hombre desde su nacimiento individual e histórico se enfrentó, hasta hoy, con un inmenso y complicadísimo entorno.

Nace totalmente indefenso. Sin personas mayores que cuiden de sus necesidades básicas, muere físicamente; si sobrevive, tendrá que aprender de ellos, métodos y técnicas para lograr su sostén, su lenguaje, sus creencias, sus valores e ideologías, los que supuesta o efectivamente conectaron a sus ancestros entre sí, con la naturaleza y con la intuición de la o de las deidades. La mayor parte de la propia consolidación se hereda; lo distinto no necesariamente es fuereño, el o los individuos, según sus propias experiencias y el conocimiento del cambiante entorno, pueden contrastar la cosmovisión precedente con las suyas propias, las que obviamente serán vistas con desconfianza, tanta como difieran de lo hasta entonces aceptado. Ambas lecturas pueden coexistir, de hecho coexisten, hasta que una prevalece mayoritariamente, con oscilaciones entre ambas. Los cambios sociales toman mucho tiempo, nunca se dan de la noche a la mañana; sean para mejor o para peor.

Este fatal aprendizaje por ensayo y error, tan incierto cualitativamente en resultados, lo que sí ha demostrado es que todo cambia, el entorno natural y el civil, y por ende las lecturas son casi siempre parciales. Parciales porque se califica lo valioso por lo placentero, lo gratificante; lo que no siempre representa lo mismo para todos. Algunos inusuales personajes, por su enorme riqueza interior tuvieron y tienen siempre la necesidad de vertirla en beneficio de los demás, que no es lo mismo que el placer imperial de otros cuya pobreza necesitó y necesita del sacrificio ajeno para gratularse. Ambos representan extremos sorprendentes y ejemplarizantes los cuales la gente trata de emular siguiendo sus tendencias dominantes, para bien o para mal.

Creo que a quienes hacen daño, en algún momento se les cerraron las entendederas. ¿Por qué? porque ya sabe que ello repele y se revierte en sentimientos o hechos negativos. Extenderse en la necedad es sencillamente idiotez. Pero hasta la tontería se hace costumbre.

Véase cómo parte de la Administración estadounidense aprueba enormes, exorbitantes presupuestos para poder bombardear cualquier parte de la Tierra desde el espacio por satélites. Ya se están preocupando porque otras naciones pueden freír o estropear sus satélites, con técnicas parecidas; igual: más armamentos, nuevos miles de millones de dollares que fuerzan las inversiones de sus probables enemigos….¡Si a terrorismos vamos!.. Que no salgan con que ya estamos en la conquista galáctica. Las galaxias se están alejando en el espacio infinito a mayores velocidades que el ingenio humano, y mientras, ni valoran la Tierra única por todos conceptos en el sistema solar, ni dejan gozarla a los demás, a pesar de que es la única que tenemos. Sólo falta que vivamos todos en medio de muros concéntricos individuales, donde todos padezcamos excentricidad.

Le obsequio conciudadano algo que escribí en 1979, esperando que lo estimule a poner a flote ésa, su dulce luz.

Para ti

Ser Humano, aquél al cual sirvo de espejo, quien reflejándome a su vez,

puebla el desierto con la contradicción,

la luz y el movimiento

Asistimos unidos, cautivos, fascinados -por el deseo

la necesidad y la práctica -con ojos azorados

al devenir del Cosmos.

Y tanto hemos hurgado y con tal prisa

que a los labios acude la sonrisa;

¡ Tantas cosas parecen incoherentes!

Pero una permanece, como fiel

resultante del analítico sondeo de los simientes:

En lo profundo, lo escondido del hombre,

cintilante está el alma, como un pozo de miel.

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