El creador de RBD planea llevar a cabo la película del grupo RBD. (El Universal)
Pedro Damián quiere dar el salto de los melodramas al séptimo arte, el productor trata de entrenarse durante los proyectos cinematográficos a los que ha sido invitado, para dirigir su primer proyecto.
“Tengo muchas ganas de hacer cine en un futuro, entonces hacerlo como actor me permite entenderlo como productor y director, y quiero conocer a dónde voy en el cine.
“Mientras actúo me divierto mucho y me relajo, así no cargo el peso de la producción y es más sencillo, porque me llaman, me visten, me ponen en el set de filmación y digo mis diálogos, es todo”, platicó Damián.
Sin embargo, el productor del éxito telenovelero Rebelde explicó que si bien él es actor, se siente más respaldado detrás de cámaras. “En la producción yo soy en esencia un productor, lo que pasa es que me diversifico, pero hasta canciones escribo”, dijo.
Por lo que en sus dos proyectos mexicanos de cine en donde tendrá una participación especial: Deseo y Cabeza de Buda, sacará provecho para comprender cómo desarrollar su película sobre el grupo de pop RBD, porque no sólo quiere producirla, sino dirigirla.
“Sería mi primer proyecto, estamos tratando de levantarlo este año, yo espero que lo podamos lograr para finales de este 2008”.
En lo que respecta a su participación en la cinta Deseo, ópera prima de Antonio Zavala, filmó durante una semana en San Miguel de Allende, Guanajuato, y le falta una semana en el set de filmación y personificará al marido de la actriz Christian Bach, Humberto Zurita. “Es una historia muy interesante porque está basada en una obra clásica alemana y se hace una adaptación a México a la época actual.
“Los personajes son genéricos, no tienen un nombre; es decir el marido, la esposa, la muchacha, el marinero y trata sobre cómo el deseo de cualquier ser humano permea en todos nosotros y cómo eso te puede llevar a algo bueno o malo”.
En la película Cabeza de Buda, dirigida por Salvador Garcini y en donde actúa Silvia Navarro, Pedro Damián tendrá una pequeña participación dando vida a un productor, curiosamente.