Espérame en Otro Mundo, Sofía y Soba y Spam serán estrenadas este viernes en las salas de cine de la República. (El Universal)
Una cinta sobre la pérdida de la memoria; otra más con tintes de humor negro y, la última, una historia de terror, son las nuevas propuestas del cine mexicano que llegan este viernes a la pantalla grande.
Luego de más de 10 años alejado de la ficción, el cineasta Juan Pablo Villaseñor presenta Espérame en Otro Mundo.
Cuenta la historia de una joven (Natalia Esperón) a la que le cambia la vida luego de que su madre (Margarita Sanz) comienza a hablar de una ciudad que ya no existe y a presentar vacíos en la memoria.
“En lo que hago, siempre estoy dando vueltas sobre lo mismo, sobre la memoria, el tiempo, sus huellas. Aquí es la memoria de un pasado que vuelve a manifestarse y que ocasiona una búsqueda por parte del protagonista que desea tener una imagen feliz en sus ojos”, dice Villaseñor.
Asaltos reales
Jorge Adrián Espíndola, protagonista de Nesio, cuenta: “Iba hacia el rodaje en el Chopo y de pronto salen dos jóvenes armados, se dirigen al carro que va adelante de mí y bajaron a la pareja para llevarse luego ellos el auto. Cuando llegué a la filmación, no sabía cómo había pasado eso, sin que nadie hiciera nada y ellos tomándose todo el tiempo”.
Eso es parte del mundo que refleja la nueva cinta de Alan Coton (Sofía y Soba) y que cuenta la vida de un par de jóvenes (Espíndola y Tenoch Huerta) que se dedican a la venta de cocaína en el Centro Histórico.
“Pero lo que deseamos es mostrar a estos dos personajes y que no se vean deplorables, sino que es su modus vivendi”, explica el realizador.
Cuidado con el correo
Todo comenzó para Spam, hace un par de años, cuando Fernando Sariñana recibió, vía correo electrónico, una de esas famosas cadenas que piden reenviarse a varias personas para no tener mala suerte. Pensó que sería bueno hacer algo cinematográfico, pero que tuviera que ver con una donde el que la recibiera, muriera. Y le encargó la tarea al novel Charlie Gore.
“La idea es que la gente se muere por sus culpas. Por ejemplo, un cuate fallece porque de chavito dejó encerrado a otro en un refrigerador y se murió éste. Esos recuerdos son los que lo matan un poco”.
