EL APOYO. Los hombres llenaron costales con tierra para evitar que el agua del río se filtrara al ejido.
Por unos minutos, los habitantes del ejido San Miguel, en San Pedro, entraron en pánico después de que un pedazo del bordo de protección se desmoronó.
El miedo
Fue aproximadamente a las 10:40 de la mañana de ayer, cuando la corriente del agua remojó una parte del bordo del ejido mencionado. Los trabajadores de inmediato corrieron con palas y costales para tapar la filtración, sin embargo el derrumbe no pasó a mayores, ya que el agua del río no cruzó. El alcalde Arturo Babún llegó al lugar para brindarles el apoyo a los habitantes con lo que se necesitara para impedir que el afluente inundara sus casas. Además, entregó despensas a 17 personas de Cleto, porque esa comunidad está alejada y que se encuentra aislada.
Pago por sus labores
El presidente municipal explicó que hoy se les dará el pago a los jornaleros que apoyaron con las labores de la contingencia, por eso acudirá a los ejidos a constatar que reciban su salario.
“Estaré al pendiente de las personas que habitan el albergue ya que la mayoría son personas de la tercera edad, mujeres y niños. Por su parte, Alfredo Vaquera González, titular de Protección Civil, recorrió los ejidos San Miguel, San Nicolás, Cleto, Carolinas, Bolívar, Vida Nueva, entre otros, para checar cómo se encuentran los bordos y descartar que pueda haber una contingencia mayor.
El titular mencionó que él y el director de Protección Civil del Estado levantarían un censo de todos los damnificados.