Los líderes de Pakistán pensaban ir a cenar durante el fin de semana en el lujoso hotel que fue destruido en un ataque suicida, pero cambiaron de idea a último minuto, aseguró este lunes un alto funcionario.
Un funcionario del hotel Marriot, sin embargo, desmentió la versión, negando que existieran planes para una cena de dirigentes gubernamentales.
En la explosión del sábado en el hotel Marriott de Islamabad murieron por lo menos 53 personas, entre ellos el embajador de la República Checa.
En una señal ulterior del deterioro en la situación del país hombres armados secuestraron el lunes al embajador designado de Afganistán y asesinaron a su conductor en la ciudad noroccidental de Peshawar, dijo un vocero de la misión afgana en la ciudad.
Mohamed Zahir Babri dijo que el embajador designado, Abdul Khaliq Farahi, fue secuestrado cuando se dirigía hacia su residencia en la ciudad. No ofreció más detalles, pero el secuestro y el asesinato fueron confirmados por el encargado de negocios de Afganistán en Islamabad, Majnoon Gulab.
El ministro del Interior de Pakistán, Rehman Malik, no explicó por qué el primer ministro y el presidente decidieron a último momento cenar en la residencia del primer ministro en lugar de hacerlo en el Marriot, pero señaló que la decisión fue mantenida en secreto.
"Tal vez los terroristas sabían que en el Marriott se reunirían ... el presidente, el primer ministro, el presidente del parlamento y todo el liderazgo" de Pakistán, dijo Malik a la prensa.
"Pero, a último momento, el presidente y el primer ministro decidieron que el sitio sería la vivienda del primer ministro. Y eso salvó al liderazgo en su totalidad", agregó.
Jamil Jawar, vocero del propietario del hotel, dijo sin embargo que no se había hecho plan alguno para que cenaran líderes del gobierno.
"Nosotros no tenemos reservación alguna para una cena como la que menciona el funcionario del gobierno", dijo Jawar.