Cuando escucho a los clientes sobre las malas experiencias que han tenido con sus mascotas cuando las atienda gente desconocida o de emergencia por pseudoveterinarios, me da tristeza de cómo pueden lucrar y sobre todo engañar a esta gente que se encuentra desperada y en esos momentos acceden a todo con tal de ver a su perro sano otra vez, no importando la vida de la mascota a los estafadores.
Inventan cirugías innecesarias, tratamientos inexistentes, estudios de laboratorio apócrifos, falsas enfermedades y lo peor de todo, eutanasias injustificables. Como es gente que no tiene la menor idea de lo que es la medicina veterinaria o porque alguna vez trabajaron en un laboratorio o en una clínica, o simplemente participaron en la campaña antirrábica, se creen con los conocimientos necesarios para atender a un “simple animal”.
Es importante que siga con su veterinario de siempre, él se encuentra establecido y sobre todo cuenta con años de experiencia y lo más importante que está ligado sentimentalmente a su mascota (también los veterinarios tenemos sentimientos).
Afortunadamente hoy en día existe una gran cantidad de veterinarios que se dedican a las pequeñas especies, a continuación daré una serie de recomendaciones para elegir un veterinario.
*De preferencia que pertenezca a una asociación de especialistas en el ramo. Lógicamente a una asociación seria que esté avalada a través de un Colegio de Veterinarios a nivel nacional, significa que se encuentra titulado y con cédula profesional, establecido en un local adecuado para ejercer su profesión, actualizado y con vigencia de SAGARPA y sobre todo con un código de ética, no cualquier profesionista es miembro de una asociación.
*Que garantice su trabajo. Su veterinario siempre responderá a cualquier duda o inconformidad por pequeña que sea.
*Que se encuentra actualizado, que asista a congresos nacionales y regionales, incluso internacionales, que lo demuestren sus diplomas en la sala de espera.
*Que sea claro y transparente en su diagnóstico, estamos obligados a dar una amplia explicación sobre la enfermedad y el tratamiento para su mascota.
*Tener una lista de precios sobre los diferentes servicios de la clínica, así como la expedición obligatoria de recibo de honorarios, contar con la papelería membretada con cédula y folio de los certificados de vacunas que se expida.
*Contar con una buena presentación en su forma de vestir y en su lenguaje, es importante que los valores se vean reflejados a simple vista.
*Por último, contar con las herramientas necesarias para trabajar, así como instrumental, máquinas cortadoras de pelo, secadoras, jaulas, bañeras, teléfono, fax, etc.
Tal vez usted piense que contar con un veterinario con estas características le va a salir a un costo elevadísimo, pues no, todo lo contrario, los precios de una asociación siempre se tratan de homologar y sobre todo de no caer en el abuso ni en el engaño, es importante que la gente se dé cuenta de que un charlatán siempre estará cobrando el doble que un veterinario establecido. De ahí la necesidad de escribir el presente artículo, el cliente siempre regresará con su antiguo veterinario después de haber tenido la mala experiencia, pues el charlatán nunca responderá a un “trabajo” mal realizado, ni jamás pondrá en riesgo su título, ya que carece de él.
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