Habían llevado a “Nipy” a la clínica para la aplicación de su dosis anticonceptiva, se trataba de una gatita de dos años de edad aproximadamente, por fortuna de muy buen carácter, en ocasiones tenemos que enfrentarnos con verdaderas fieras que ni su dueño puede controlar. Me pidieron que la revisara antes de inyectarle pues últimamente la habían notado rara, posiblemente se encuentre en celo, me decía la señora, además la escuchaba quejarse a menudo. Al auscultarla aparentemente encontraba normal sus constantes fisiológicas o signos vitales como mejor se conoce; respiración, temperatura, latido cardiaco, etc., pero mostraba cierto aspecto que no me parecía del todo normal, es difícil describirlo, pero una mascota sana refleja en su rostro cierto bienestar, que parece sonreír cuando se encuentra en perfecto estado de salud, cierto es que algunos llegan nerviosos y temblando, como cuando nosotros vamos al dentista, aunque sea para una revisión de rutina, pero nos sentimos bien.
Al palpar su abdomen noté algo extraño en la parte posterior de su vientre, no lo comenté, sólo me concreté a volver a repasar la historia clínica de “Nipy”, ¿cuándo aplicamos la última anticonceptiva?, en enero doctor, me contestaba su joven dueña, ¿cuánto tiempo lleva quejándose?, una semana aproximadamente, me contestaba en forma segura, ¿ha dejado de comer? Algo doctor, ¿está orinando y defecando normal?, no la hemos visto defecar los últimos días, me dijo algo insegura, ¿la han visto en celo o cruzarse?, hace unos días la hemos notado inquieta, no se ha cruzado pero creemos que va a tener su próximo celo, es por eso que la hemos traído a su inyección anticonceptiva.
Pensé dos veces en decir a su dueña lo que sospechaba, pues no estaba del todo muy seguro. Es muy posible que se encuentre gestante, noto que su matriz se encuentra ocupada, pero hay algo raro, en ocasiones nos confundimos con algunas masas de excremento compacto, máxime si se encuentra el paciente estreñido, además dice que no se ha cruzado, sin embargo a la palpación hay “algo” ahí adentro que no siento normal, además noto que el vientre se encuentra distendido. Noté cierta incredulidad en la mamá de la dueña de “Nipy”, me decía, si la gatita ha estado con el tratamiento anticonceptivo y si la hemos visto en celo hace unos días, ¿cómo es posible que esté esperando gatitos? Me temía esa pregunta, así que le volví a repetir que es posible confundirnos con el excremento al momento de la palpación, pero no descartaba algo anormal, no quise mencionar aún mi diagnóstico, pues en realidad no estaba del todo seguro, necesitaría algunos estudios y un poco más de tiempo para confirmarlo.
Le apliqué a “Nipy” analgésicos y le receté un ligero laxante y así descartaría el posible embarazo al momento de evacuar esa masa rara que había notado al palparlo, no apliqué el anticonceptivo.
La cité para el tercer día y cualquier cambio me lo comunicara o me la llevara inmediatamente a la clínica, pues en caso de que no fuera excremento, es muy posible que la tenga que operar, pues todo indicaba una gestación anormal, afortunadamente se encontraba aparentemente bien de salud. Una vez más me dijo la señora, doctor, pero sí “Nipy” ha estado “en sus días” ¿cómo es posible que esté embarazada? Me dijo con cierta incredulidad saliendo de la clínica.
No tuve que esperar el tercer día, al siguientedía la familia completa se encontraba en el consultorio, el papá de la joven dueña de “Nipy”, al enterarlo de mis sospechas, la llevó inmediatamente. Me decía, doctor, hoy le noté cierto desecho a la gata, mi señora es muy probable que lo haya confundido con “el celo”, además es cierto que ha “engordado” y no es precisamente por comida, pues ha dejado de alimentarse como ella lo hacía con anterioridad. ¿Qué cree que tenga doctor? Es muy posible que se trate de una gestación anormal, ¿no desearían aprovechar la cirugía para extirpar de una buena vez la matriz para que ya no entre en celo? Me respondieron al unísono, ¿puede hacerlo de una vez?, claro que sí les respondí, les expliqué sobre los riesgos de la anestesia y estuvieron de acuerdo, la operaría al día siguiente y al despedirse, alcancé a escuchar un murmuro de parte de la señora, pero si estaba en celo, como es posible que esté embarazada.
Recibí a “Nipy” durante la mañana, iban a dar las ocho de la noche cuando le pregunté a la doctora que se encuentra de asistente, ¿cómo la has visto? Se encuentra estable doctor, me contestó ¿quiere operarla de una vez?, ya casi es hora de tu salida, le dije, no importa me contestó, ¿le preparo todo?, manos a la obra le dije agradeciéndole su tiempo extra.
Al abordar la cavidad abdominal, inmediatamente afloraron los cuernos uterinos, efectivamente, dentro de la matriz se encontraban los restos de tres cachorros sin forma alguna, sólo piel y huesos. Los músculos, vísceras, extremidades, habían desaparecido.
La maceración de fetos es producida por varios factores, puede empezar por problemas hormonales y el parto no se presenta, ocasionando la reabsorción de tejidos en el feto, en la matriz hay presencia de microorganismos, pero no de bacterias de putrefacción, debido a esto hay secreción pero no despide mal olor, sólo ese ligero desecho, que puede permanecer durante meses incluso hasta por años. “Nipy” tenía meses con los cachorros muertos y empezaba afectarle su salud. También es común la momificación fetal, sólo que la matriz se encuentra perfectamente sellada y no hay secreción alguna, es alguna de las maneras en que diferenciamos estas enfermedades.
Realmente no es muy común estos problemas en pequeñas especies, aún recuerdo perfectamente lo relacionado con ginecología y obstetricia durante la facultad, ya que me fui a extraordinarios en el tercer año de la carrera en esta materia, puedo abogar a mi favor que no fue por falta de estudio, sino por no presentar el examen final con el permiso previo del titular de la materia, mis padres cumplían veinticinco años de matrimonio y al celebrar sus bodas de plata en Guanajuato tuve que ausentarme de la facultad, al regresar, el médico de la materia me aplicó el examen no de muy buena gana, no le convencí lo suficiente de mis conocimientos y reprobé inmediatamente, según creo, así que me hice experto en esa asignatura gracias a mi maestro, no tuve vacaciones ese verano, mi diversión era Giuseppe Vatti y Franz Benesch, autores de los libros de obstetricia y ginecología veterinarias. Afortunadamente en el extraordinario los tres sinodales me otorgaron excelentes calificaciones, tal vez por eso el sentimiento no es tan desagradable hacia mi maestro después de treinta y tres años.
Por lo regular no conservamos los restos de órganos que extirpamos durante las cirugías, algo presentí y le dije a la doctora que guardara la matriz que habíamos extraído en el refrigerador de los biológicos. Al día siguiente al entregar a “Nipy” con un mejor semblante, exclamaron sus dueños, ¡qué delgada quedó! Al confirmarles lo que padecía, su dueña me dijo, si no estaba en celo, ¿puedo ver lo que le extrajo?
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