“LA GRANDEZA DE UNA NACIÓN Y SU PROGRESO MORAL, PUEDE SER JUZGADO POR LA FORMA EN QUE SUS ANIMALES SON TRATADOS”
Ghandi
En Roma, los gatos se convirtieron en una atracción importante para los visitantes, quienes pueden adoptar uno o hacer una donación para su cuidado a través de la embajada de los “Gatos Unidos” creada únicamente con ese fin.
Los gatos, reconocidos por Roma desde su imperio, fueron declarados patrimonio Biocultural. Cerca de 120 mil mininos que habitan las calles de la ciudad resultan fascinantes y embellecen con su presencia el lugar.
Las asociaciones defensoras de animales iniciaron rutas turísticas (gatttofili) en la “ciudad eterna”. La colonia más importante, con más de 400 animales, se concentra en el centro donde tiene su base en estas asociaciones. Se encargan de acoger, alimentar y dar hogar a los felinos; más de 200 ya encontraron una verdadera familia.
Con su proclamación como patrimonio del Estado, se hizo un reconocimiento a estos pequeños animales que ahora son un bien tutelar valorado, gracias a la tradición que los une con los habitantes de Roma. Ellos forman parte de la vida cotidiana: los que viven en el Coliseo, los Foros, la Pirámide de Cestio o las ruinas del área sagrada de la torre de Argentina son admirados por los visitantes, y los que están en otras zonas cuentan con el amor de sus vecinos, algunos de los cuales son voluntarios y han adoptado uno o varios ejemplares.
“Dada la simbiosis entre el gato y monumento, y al gran interés turístico manifestado en la cantidad de solicitudes de adopción internacionales a distancia, con este acuerdo no hacemos sino reconocer al gato como un bien propio de la ciudad eterna por su valor educativo, social y turístico” palabras de uno de los promotores de la Asociación.
También los egipcios hace miles de años se dieron cuenta de que los gatos eran útiles; por ello empezaron a respetarlos profundamente. Tanto fue su valor, que en el transcurso del tiempo crearon élites que los protegía y tomaban medidas para favorecerlos. Los gatos eran embalsamados y se levantaban estatuas en su honor, la venta de gatos era prohibida, pero debido a la gran demanda ya a su fama de excelentes cazadores las medidas adoptadas resultaban impracticables.
Hay quienes tratan de hacer parecer a esta especie portadora de un sinfín de enfermedades y hasta diabólica como lo hicieron hace cientos de años, que a causa de ello casi exterminan la especie felina en el viejo continente durante la edad media.
El precio de la ignorancia y la crueldad hacia esta especie, se pagó muy caro al tratar de exterminar a los felinos, se rompió un eslabón de “la cadena alimenticia” y como consecuencia hubo una plaga de roedores. La rata servía como huésped de una pulga, este parásito que a través de su picadura al hombre, transmitía el microorganismo de la “Peste Bubónica”, enfermedad que causó millones de muertes a seres humanos.
Desafortunadamente en nuestro país, aún existe la crueldad hacia los gatos, que no son el agrado de muchas personas.
¿Será necesario un brote de alguna enfermedad para hacer conciencia y tratar a los animales con respeto, como una gran nación a las que hacía referencia “Ghandi”?
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