El Siglo de Durango
Chema, un pequeño de cinco años de edad, perdió la vista de su ojo izquierdo en un accidente. Ayer le fue trasplantada una córnea en el Hospital General con la cual podrá ser “charro” sin ninguna dificultad.
La donación de la córnea se dio gracias a la voluntad de una familia que perdió a un familiar, de inmediato se dio la operación en el nosocomio antes mencionado, por lo que José Isidro podrá ser un niño “normal” y desempeñarse bien en su jardín de niños.
La familia del pequeño llegó desde el poblado José Cruz Gálvez, mejor conocido como “Cañas”, del municipio de Canatlán, donde su médico lo canalizó al Servicio de Trasplantes del Hospital General, donde de inmediato iniciaron con el protocolo.
LA CIRUGÍA
Sólo pasaron ocho días antes de que les llamaran para darles la noticia de que una familia había donado las córneas de uno de sus miembros y Chema podría ser trasplantado el siguiente lunes. El proceso quirúrgico se realizó el 24 de marzo y estuvo a cargo del médico oftalmólogo Jorge Francisco Ramírez McLean, el anestesiólogo Juan Carlos Núñez y las enfermeras Rocío Campillo y María.
José Isidro es el más pequeño de los pacientes que han recibido un trasplante de córnea. La semana pasada, en un tiempo récord, el Hospital General recibió la donación de siete córneas por parte de las familias de tres jóvenes que perdieron la vida en accidentes automovilísticos, cuatro de ellas serán trasplantadas por parte del Programa de Cirugía Extramuros del DIF Estatal y las tres restantes en el propio nosocomio.
El director del Hospital General, Miguel Cázares Ramírez, hace un llamado a las personas que requieren de un trasplante de córnea a que acudan a la Coordinación de Donación y Trasplantes del nosocomio, ya que gracias a la implementación de este programa ya no es necesario viajar a otros estados para someterse a dicho procedimiento.
