El Siglo de Durango
Sombrerete, Zac.-Unos llevan más de 15 días y otros diez acudiendo diario a la Presidencia Municipal. Llegan alrededor de las 8:00 horas con la esperanza reflejada en el rostro, sin desayunar, y así han permanecido hasta las 13:00 o 14:00 horas, cuando el fastidio y el desaliento se reflejan en sus rostros y optan por retirarse, ya que jamás han podido encontrar al alcalde Vicente Márquez Sánchez.
Grupos de personas, amas de casas, trabajadores de la propia Presidencia Municipal y campesinos permanecen viendo cómo pasan los funcionarios a entrevistarse con el Alcalde, pero a ellos los dejan esperando y no tienen otra opción más que regresar molestos a sus comunidades.
SE APOYAN EN LA PRENSA
Se quejan y le señalan a los reporteros: “Ustedes deben de sacar todo lo que pasa aquí, no se vale que nos dejen esperando todos los días. Venimos sin comer, sin desayunar y nunca vemos al Presidente”.
Muchos trabajadores de la Presidencia acuden con la esperanza de que el Alcalde les pueda solucionar los problemas que tienen en sus departamentos desde hace ocho meses, pero nunca lo han encontrado.
Grupos de personas a los que el Alcalde prometió empleo, incluso les firmó los proyectos de trabajo requeridos, no han podido localizarlo y regresan quejándose amargamente a sus hogares.
EL AUSENTE
Indican que las otras veces que han acudido a su despacho, la secretaria sólo les dice que se encuentra en Zacatecas. “La mayor parte del tiempo, ahí se la pasa y no lo encontramos”.
Los campesinos y empleados del Ayuntamiento señalan que otras veces es su secretario particular, Raúl Castruita, quien atiende a las personas de su preferencia o a sus conocidos, sin importar quién haya llegado primero.
“Extrañamos a Juan Quiroz, quien sí tenía tiempo para atender a la ciudadanía; desde las 7:00 horas estaba ya el balcón atendiendo a todos los ciudadanos sin distinción, ni favoritismos y después atendía a sus funcionarios, pero este Alcalde llega a las 11:00 horas y empieza al revés”.
Este Ayuntamiento no tiene pies ni cabeza, no se organizan en forma adecuada para poder atender a la ciudadanía y se está generando mucho malestar, ya que las personas regresan a sus comunidades muy molestas, pues sólo les hacen perder tiempo.