El presidente Felipe Calderón estableció que sí es posible transformar a México e impulsar el desarrollo "cuando nos comprometemos todos, cuando nos ponemos de acuerdo para hacer cosas buenas y le apostamos al diálogo y a la sensatez y no a la violencia o al odio".
Al dar inicio a la construcción de la carretera Rioverde-Ciudad Valles bajo el esquema PPS, subrayó que con esa obra "que han pedido una y otra y otra vez, y se las han prometido una y otra vez" se demuestra que mediante el diálogo se puede impulsar el desarrollo.
Acompañado por el gobernador del estado de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos, Calderón destacó la magnitud de esa obra, cuyos trabajos concluirán en mayo de 2010, fecha para la que pidió al mandatario estatal y a los presentes "organizar una vaquita para comer y celebrar ese día".
También pidió al ingeniero Berdardo Quintana, de ICA, quien ganó la concesión para construir la carretera, ponerse "muy abusado" para que quede "bien hechecita y no como otras en la Huasteca que se hicieron hace tiempo y parece que se hicieron de chicle".
Calderón Hinojosa, quien aprovechó para manejar unos segundos un tractor de oruga, dijo que para construir ese camino se crearán más de dos mil 500 empleos aunque reconoció que será una carretera "cara" de más de tres mil millones de pesos.
Al refrendar su compromiso con la infraestructura de México, el mandatario explicó que el esquema PPS también permite la participación de la inversión privada.
"Y es que a veces el gobierno no puede hacer carreteras porque cuestan tanto dinero y luego ya no tenemos ni para educación ni para salud ni para otros programas", apuntó.
Planteó que al hacer esas carreteras "que van por cuenta y las paga la iniciativa privada y a lo largo de años vamos completando ese pago, nos permiten avanzar más rápido y destinar dinero para otros programas sociales".
Durante el acto el presidente de la República escuchó a algunas señoras que le pedían la no realización del túnel del Tamul en las cascadas con el mismo nombre en el estado, por lo que el mandatario se comprometió a revisar el caso, aunque admitió "no tener vela en el entierro".
