La presidenta argentina, Cristina Fernández, invitó ayer a los dirigentes agropecuarios a sumarse a un acuerdo económico amplio, pero les pidió que dejen de bloquear rutas y que se constituyan como partido político para validar sus ideas.
“Queremos tenderles la mano y llamarlos a la reflexión”, dijo Fernández en un masivo acto en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, convocado por el gobernante Partido Justicialista en apoyo a su gestión iniciada el 10 de diciembre pasado.
En su discurso, trasmitido a todo el país en cadena nacional, convocó al sector rural, que desde hace tres meses protesta contra el Gobierno, a sumarse al denominado “acuerdo del bicentenario”, que intenta forjar el Ejecutivo con las empresas y los sindicatos.
“Los invitamos a que democráticamente se constituyan como partido político y se presenten en las próximas elecciones para reclamar el voto a favor de su modelo”, señaló la mandataria con tono enérgico y secundada por su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
Fernández defendió la resolución que dictó el 11 de marzo pasado al aumentar los tributos a las exportaciones de granos, medida que detonó la protesta rural y que ahora el Ejecutivo intenta convalidar en el Parlamento.
Las retenciones a las exportaciones, dijo, son “instrumentos que los grandes países desarrollados utilizan para protegerse y para perjudicar a los emergentes”.
“Estamos ante una gran oportunidad histórica: por primera vez ellos (los países desarrollados) necesitan más de nosotros que nosotros de ellos. Seamos inteligentes, dejemos de mirarnos el ombligo”, sostuvo.
Rechazan llamado, sigue huelga
Las principales entidades rurales de Argentina anunciaron ayer que continuarán por dos días la huelga de comercialización de granos en rechazo al nuevo esquema de gravámenes a la exportación, luego de que la presidenta Cristina Kirchner acusara a los dirigentes rurales de pretender “interferir en la democracia”.
La dirigencia agraria decidió anoche continuar con la huelga hasta mañana y rechazó el proyecto de Ley que la presidenta envió el martes al Congreso para ratificar el polémico sistema de retenciones (gravámenes).
“Hemos analizado este proyecto de Ley que gira al Congreso el tema de las retenciones móviles y queremos en este sentido señalar que valoramos el gesto... pero también queremos señalar a las autoridades y a nuestros productores que no estamos de acuerdo con el proyecto tal como se envió”, declaró Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, durante una conferencia de prensa conjunta de las cuatro entidades de productores.
Buzzi también fue el encargado de los cuatro líderes de las entidades de productores en responder a la presidenta cuando ésta dijo al calor del acto masivo que “si quieren imponer otro modelo (deben) presentase a elecciones”. El dirigente agrario puntualizó que “es hora de terminar de faltar el respeto. No nos corresponde presentarnos a elecciones y le recordamos a la presidenta, que los cuatro fuimos elegidos en procesos democráticos en nuestras entidades”.
Los argentinos deben aprender que “dialogar puede ser también no estar de acuerdo en un punto” y que las diferencias deben ser “procesadas democráticamente”, indicó.
La gobernante afirmó que cuando se inició el conflicto pensó que estaba dando la “batalla por la redistribución del ingreso”.
Sin embargo, señaló que luego observó cómo los dirigentes de las cuatro entidades rurales, “a los que nadie votó, comunicaban al resto de los argentinos quién podía andar por las rutas del país y quién no”.
“Me di cuenta que estaba ante otro escenario. Ya no era retenciones sí o no. Se estaba socavando, interfiriendo en la misma construcción democrática, que dice que los representantes del pueblo elegidos en elecciones son los que deliberan”, expresó.
Fernández invitó a discutir en “este acuerdo del bicentenario cómo podemos mejorar nuestras políticas agropecuarias para producir más y que los argentinos puedan comer más”.
“Tal vez por los golpes (de Estado), creemos que todo se arregla con intolerancia, bocina, cacerola o corte de ruta. Así no se arreglan las cosas, al contrario, cada vez se desarregla más”, dijo la presidenta, elegida por el 46 por ciento de los votos, pero que afronta una fuerte caída de popularidad sólo seis meses después del inicio de su gestión.
La mandataria pidió “a quienes están equivocados que liberen las rutas y dejen que los argentinos vuelvan a producir y trabajar”.