Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), exhortó al Banco de México a no prestar tanta atención a la inflación, sino a moverse hacia una política monetaria más relajada, reduciendo tasas y procurando mantener bajo control las expectativas de inflación y el tipo de cambio.
Esto, con el fin de lidiar con los efectos de la actual recesión que viven tanto México como Estados Unidos.
"En 2009, Banxico será probablemente más agresivo, con una inflación más controlada en alrededor de 5%", expuso en conferencia.
A este respecto, Alfredo Coutiño, economista senior de Moody's economy, señaló que en la persecución del objetivo inflacionario, los bancos centrales "han exagerado su función, dejando a la deriva al crecimiento económico y por ende al empleo y al bienestar social".
Esto, dijo, ha generado un conflicto de intereses entre la política fiscal y la política monetaria, de tal manera que "mientras la primera se dirige a promover el crecimiento, la otra puede jalar en sentido contrario, lo que lleva a un manejo totalmente ineficiente de la política macroeconómica, en donde el gran costo se expresa no sólo en un desperdicio de recursos, sino también en un nivel mediocre de desarrollo económico".
De acuerdo con Feliz, el nuevo gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, impulsará a partir del primer día de su administración un "super paquete" fiscal, orientado a impulsar el gasto, mediante recortes de impuestos y mayor gasto en infraestructura, cuyo monto fluctuará entre 700 mil millones y 1 billón de dólares, tan sólo en 2009.
Esta política fiscal expansiva, estaría acompañada de una política monetaria relajada, que llevará a las tasas de interés a 0% durante el próximo año, con el fin de tratar de absorber la debilidad del consumo y la fuerte percepción de riesgo que impide la liquidez, es decir, que fluya el efectivo y el crédito, orientado al gasto y la inversión.
