Millones de colombianos marcharon ayer por las calles de Bogotá, en diversas ciudades del país y del mundo para gritar “Libertad!” a los secuestrados en poder de las FARC y rechazar la guerra interna de más de 40 años.
Dice Álvaro Uribe que es hora de la paz definitiva en Colombia.
Noventa ciudades de varios continentes se unieron ayer a la celebración del Día de la Independencia colombiana y clamaron por la libertad de todos los secuestrados, en respuesta a una convocatoria mundial marcada por el color blanco y la música.
Miles de ciudadanos en más de mil 100 ciudades colombianas salían a las calles en favor de la liberación de las cerca de 3 mil 500 personas cautivas de bandas armadas y de delincuentes comunes que hay en su país, de las cuales más de 700 están en poder de las FARC, según organizaciones privadas.
Las mayores movilizaciones se centraron en las 32 capitales departamentales de Colombia, entre ellas la amazónica de Leticia, escogida por el presidente Uribe para la conmemoración del 198 aniversario de la Independencia Nacional.
Uribe invitó a los actos en esa ciudad (a unos mil 85 kilómetros al Sureste de Bogotá) a sus colegas de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Perú, Alan García, junto a la cantautora colombiana Shakira, que entonó el Himno Nacional, y al también cantante y colombiano Carlos Vives.
En Bogotá se llevaron a cabo siete marchas con una participación conjunta calculada en un millón de personas.
En los conciertos que concluyeron cada una de las marchas en Colombia actuaron en total más de 120 mil artistas.
Como denominador común en las marchas, tanto fuera como dentro de Colombia, los participantes llevaron camisetas blancas con mensajes en contra del terrorismo y la libertad de los secuestrados en negro o los colores de la bandera colombiana (amarillo, azul y rojo).
Otro punto en común es que la mayoría concluyó con música.
Más tarde, Álvaro Uribe, llamó ayer a “entrar en la hora de la paz definitiva”, y les recordó a las FARC que las reformas que esa guerrilla pedía para dejar las armas se han cumplido y que persistirá por exterminar el terrorismo y liberar a todos los secuestrados.
“¿Por qué no se hace la paz definitiva?”, se preguntó Uribe en un discurso que pronunció al instalar una nueva legislatura, y respondió, enseguida, “el Gobierno tiene toda la voluntad”.
SOLIDARIDAD
En Washington, varios centenares de manifestantes se dieron cita frente a la Casa Blanca y corearon consignas en favor de la libertad de los secuestrados y de la unión de los colombianos, y se dieron vivas al Ejército y la Policía.
El acto contó con la presencia de Jo Rosano, madre de Marc Gonsalves, uno de los tres estadounidenses rescatados junto a Ingrid Betancourt de manos de las FARC.
Presentes también en la marcha estuvo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, el embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, y diplomáticos de Perú, Panamá, Chile, EU y Guatemala.
La asistencia fue también masiva en Miami, donde cerca de 5 mil colombianos residentes se concentraron durante casi dos horas en la sede del Consulado General de Colombia en Miami vestidos con camisetas con leyendas alusivas a la liberación de los secuestrados.
El ex senador colombiano Luis Eladio Pérez, que pasó seis años en poder de las FARC, definió la concentración como “un hermoso gesto de solidaridad” y “por la búsqueda de la paz en Colombia”. En París, Francia, se realizó también un acto masivo que logró reunir a miles de personas.
UNIÓN
En Venezuela, la mayor congregación se dio en Caracas y unió a colombianos y venezolanos.
“El Gobierno colombiano expresa el agradecimiento por el apoyo recibido por estas ONG venezolanas (...) que le están pidiendo al mundo entero libertad ya para tantos compatriotas que tiene la guerrilla colombiana” en su poder, manifestó en el acto celebrado en Caracas el embajador de Colombia, Fernando Marín.
En Panamá, más de 4 mil colombianos realizaron una marcha para celebrar la reciente liberación de 15 personas que habían sido secuestradas por las FARC y recordar que aún permanecen cerca de 3 mil rehenes en su país.
Una vez terminada la marcha se ofició un acto de acción de gracias y fueron soltadas palomas.
En Guatemala, más de un millar de colombianos vestidos de blanco y con banderas de su país se congregaron en la avenida Reforma, en el Sur de la capital, y caminaron más de tres kilómetros hasta llegar al Obelisco, en donde realizaron un acto cultural.
En la capital mexicana más de un millar de personas se solidarizaron con los rehenes colombianos y participaron en una misa y un concierto.
En San Salvador y Tegucigalpa las marchas congregaron a unas 150 personas y unas 200, respectivamente.
En República Dominicana un grupo de colombianos se reunió en la Plaza España, de Santo Domingo, donde artistas locales realizaron varias presentaciones.
Londres fue también escenario de una de estas movilizaciones, como lo fue ayer Madrid, donde se efectuó con un día de adelanto, al igual que en Lima.
En Madrid participaron unas 30 mil personas, según los organizadores, y en Lima entre los manifestantes estuvo el presidente Alan García, que marchó con una bandera colombiana.
Se rinden siete presuntos rebeldes
Siete presuntos guerrilleros de las FARC se rindieron ante tropas del Ejército colombiano con las que libraban combates en una localidad del departamento Sureño del Caquetá, informaron ayer portavoces castrenses de Bogotá.
La deserción se presentó en Vista Hermosa, aldea rural de la población caqueteña de Puerto Rico, precisó la Agencia de Noticias del Ejército (ANE), que indicó que los siete pertenecían al llamado Interfrente del Caguán de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las tropas que los recibieron les decomisaron “siete fusiles, abundante material de guerra, equipos de comunicaciones e intendencia, y documentos de la organización terrorista”, dijo la fuente.
La agencia castrense observó que “es de resaltar que una vez los terroristas se rindieron ante las tropas, los soldados garantes de los derechos humanos les prestaron atención y procedieron a su captura” .
La identidad y la función de los desertores en la facción insurgente no fueron informadas por la fuente.