Cuba debería abolir la prohibición para salir del país, permitir el acceso a los hoteles actualmente reservados para turistas y dar acceso a todos los instrumentos electrónicos, dijo Mariela, hija del presidente cubano Raúl Castro.
En entrevista publicada ayer en el diario Corrierre della Sera, Mariela Castro Espín consideró, sin embargo, que la isla ha debido implantar “prohibiciones necesarias”, que podrán ser removidas “apenas existan las condiciones”.
De visita en Italia para presentar su libro “¿Qué cosa sucede durante la pubertad?”, la sobrina de Fidel Castro aseguró que aunque ha tenido diferencias con su padre, actualmente él es “mi principal aliado”.
Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) cubano, Mariela Castro indicó que en el país caribeño existe una “homofobia light”, no agresiva, pues no existen casos de personas asesinadas o agredidas por ser gays, como sucede en Europa o Estados Unidos.
“Hubo un periodo difícil en los años sesenta y setenta, es verdad, pero entonces había un rechazo a la homosexualidad en todo el mundo. Sin embargo, a partir del trabajo sobre los derechos de las mujeres se ha llegado a reconocer también la diferente orientación sexual”.
Aseguró que los cambios en Cuba se han dado desde el triunfo de la revolución y señaló que las transformaciones del actual periodo no dependen del cambio de presidente, pues Fidel Castro “sigue siendo el comandante en jefe y todas las decisiones se toman con él”.
“Fidel pronuncia discursos largos, profundos, filosóficos, mientras mi padre es más rápido y los discursos largos lo ponen nervioso. Fidel mira el objetivo final, no pierde nunca la visión estratégica, mientras papá la transforma en realidad palpable, en pasos cotidianos. Se complementan”, añadió.
Mariela Castro rechazó que en Cuba no exista libertad de expresión y aseguró que la mayor parte de los cubanos quiere que el socialismo se mantenga, pero que sea manejado mejor.
“También yo considero un derecho constitucional poder ir a un hotel, tener acceso a una computadora y a aparatos eléctricos, abolir el permiso de salida, resolver el problema de la doble moneda”, señaló.
“El punto es que en Cuba existe la voluntad política de reconocer los errores y de avanzar sin perder de vista al ser humano y sus necesidades”, afirmó.
Cumple Fidel un año como editorialista
El líder histórico Fidel Castro, a quien una grave enfermedad impidió completar medio siglo en el ejercicio del poder, se ha consolidado en un año como el principal editorialista de la prensa contra la política de Estados Unidos.
Hoy se cumple el primer aniversario de las “Reflexiones del comandante en jefe” que Castro comenzó a enviar a la prensa cubana ocho meses después de su última aparición en público y que hasta ahora suman cerca de cien, con un promedio de una cada tres días.
Con esas notas, la primera de las cuales se publicó el 29 de marzo, Castro retomó una práctica de sus años de joven revolucionario en que utilizando las páginas de la prensa, entonces capitalista, inició su cruzada contra el régimen del dictador Fulgencio Batista.
Tanta es su declarada admiración por escribir que el pasado 3 de marzo insinuó que redactará sus memorias, aunque aclaró: “Si el tiempo me lo permite”, pese a la existencia de tres ediciones del libro “Cien horas con Fidel”, del periodista hispano francés Ignacio Ramonet.
En sustitución de sus largos discursos, ésta ha sido una forma de mantener una presencia pública después que se le vio por última vez el 26 de julio de 2006, cuando habló en las ciudades orientales de Bayamo y Holguín en el 53 aniversario del asalto al Cuartel Moncada.
Al renunciar a una sexta reelección como presidente de los Consejo de Estado y de Ministros, cargo que recayó el 24 de febrero pasado en su hermano Raúl, el ex gobernante cambió el título de su columna por el de “Reflexiones del Compañero Fidel”.
Las Guasimas, Cuba
‘Es como si nos
hubieran caído del cielo’
Con sus 91 años, Ana Magdalena Melián nunca había visto un horno de microondas hasta que el Gobierno comunista de Cuba le facilitó uno el año pasado.
“Algunos ricos de La Habana tenían microondas, pero el resto de nosotros, no”, comentó la anciana, quien usa su nuevo microondas para preparar flanes y descongelar pollos.
Unos tres mil hogares de Las Guasimas, barrio al Sudeste de La Habana, recibieron microondas en diciembre como parte de un programa-piloto del Gobierno. Los aparatos tuvieron un éxito rotundo, al punto de que las autoridades están hablando de suministrarle uno a todas las familias del país, con créditos a largo plazo.
Programas parecidos permitieron a los cubanos adquirir televisores de color, ollas a presión, aires acondicionados y refrigeradoras. Pero hasta ahora no había acceso a microondas, computadoras y reproductores de DVD, que estaban disponibles únicamente para empresas y extranjeros.
“Es como si nos hubieran caído del cielo”, comentó Marisa Gutiérrez, un ama de casa de 49 años que cultiva frijoles y bananos en el patio trasero de su casa y tiene unos cerdos que heredó de su familia.
“Esperamos más en el futuro. Esperamos que haya computadoras y teléfonos en todas las casas”, agregó.
Melián afirmó que su familia está encantada con el microondas, pero que la idea de tener que pagar por él la asusta.
“Todavía nos faltan muchas cosas en nuestras vidas. Esto nos ayuda, pero ¿a qué precio?”, expresó.
Su vecino, el camionero jubilado Sergio Rodríguez, de 76 años, usa el microondas para recalentar arroz y leche. “Si me quieren cobrar, voy a tardar 20 años en pagar”, declaró Rodríguez, quien vive con su hija y dos nietos.
Tanto Melián como Rodríguez cobran una jubilación mensual de 230 pesos cubanos, menos de 10 dólares. El salario estatal promedio asciende a 408 pesos, poco más de 20 dólares. Marisa Gutiérrez dijo que los microondas costarán unos 2 mil pesos, es decir, unos 90 dólares.