Las exportaciones mexicanas de tomate rojo, sufren una nueva ofensiva en los mercados de Estados Unidos, ante la versión de que pueden estar infestadas de salmonela. (El Universal)
México exigió a Estados Unidos que a la brevedad aclare cómo se inició el brote de salmonelosis descubierto en tomates, ya que en ese país se ha limitado injustificadamente la comercialización del vegetal mexicano.
En el país no existe un caso salmonela registrado por consumo de tomate, y los 13 brotes anteriores confirmados en Estados Unidos nunca se comprobó que los vegetales fueran de origen mexicano.
Además, se conformó una delegación oficial para que viaje a Estados Unidos y así encontrar una solución que permita la comercialización del producto mexicano.
En un comunicado conjunto de las secretarías de Agricultura y Salud se fijó la posición del Gobierno mexicano en torno al brote de salmonela asociado con el consumo del tomate mexicano en los Estados Unidos, que ha afectado a los productores mexicanos.
El Gobierno mexicano exigió que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos determine con evidencia científica que el tomate mexicano no está involucrado en el brote de salmonelosis, ya que esta “injusta acción” está provocando severos daños a la industria tomatera nacional “de la cual dependen miles de empleos, especialmente de fuerza laboral femenina”.
El 1 de junio de este año, la FDA notificó a su par en México que existía un brote de salmonella Saintpaul, en los estados de Nuevo México y Texas, potencialmente asociado con el consumo de ciertos tipos de tomate (jitomate bola y/o roma-saladette).
El 7 de junio la FDA extendió su alerta a nivel nacional, para evitar el consumo de los tomates y estableció un listado de países considerados seguros para comercializar este producto con Estados Unidos.
Y sin tener un fundamente científico, se excluyó a México.