El Papa Benedicto XVI dijo ayer durante la homilía de una misa en la catedral de Santa María de Sydney, Australia, que siente 'mucho el dolor y el sufrimiento de las víctimas' de pederastia. (AP)
Consideran organizaciones australianas como ‘vacía’ la disculpa ofrecida; insisten en que víctimas deben ser compensadas.
Organizaciones australianas que representan los intereses de las víctimas de abusos sexuales manifestaron su descontento con la disculpa “vacía” ofrecida ayer por el papa Benedicto XVI.
“Si pides perdón a una víctima, lo haces directamente, le dices que lo sientes y buscas medidas para ayudarle”, lo que no ha ocurrido hoy (ayer), según dijo Chris MacIsaac, presidenta de la organización Ritos Rotos (en inglés “Broken Rites”), un grupo que cuida de quienes han sufrido abusos cometidos por la Iglesia Católica en Australia.
El Papa dijo ayer durante la homilía de una misa en la catedral de Santa María de Sydney, en la que estaban presentes los obispos australianos, que siente “mucho el dolor y el sufrimiento de las víctimas” y les aseguró que, como su pastor, también comparte “su sufrimiento”.
Miembros de la organización Ritos Rotos se congregaron después de esas palabras en la puerta de la catedral y lamentaron que no les dejaron “entrar a escuchar la disculpa que teóricamente iba dirigida a nosotros”, manifestó MacIsaac.
Benedicto XVI habló a una audiencia de tres mil 400 personas, entre las que se encontraba el arzobispo de Sydney, el cardenal George Pell, obispos, seminaristas, religiosos y estudiantes de escuelas católicas del país.
MacIsaac apuntó que dos víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica han pedido una audiencia con el Papa durante su visita en Australia, pero que no las ha concedido, lo que calificó como “significativo, en especial cuando dicen que esta disculpa era para ellos”.
La presidenta de Ritos Rotos recordó que el matrimonio Foster, cuyas dos hijas fueron violadas repetidamente por un sacerdote en Australia cuando eran pequeñas, ha solicitado una audiencia con el líder religioso y tampoco les ha sido concedida.
Anthony Foster, el padre de Emma, que se suicidó a principios de 2008, cuando tenía 26 años, y de Katherine, que sufría alcoholismo y tuvo un accidente que le dejó una grave minusvalía física y mental, manifestó ayer que viene escuchando las mismas palabras de la Iglesia desde hace 13 años.
“El Papa ha utilizado la palabra ‘perdón’ y yo creo que lo dijo porque realmente lo siente”, manifestó por su parte Stephen Woods, quien cuando tenía 14 años fue violado por el sacerdote australiano, Gerald Ridsdale.
Ridsdale fue enjuiciado en 1995, se declaró culpable de haber violado a Woods y continúa en la cárcel.
Pero a Woods, que sufrió abusos de otros dos curas a los que fue a pedir ayuda, le pareció “inaceptable” cuando el Papa reclamó ayer a los católicos que apoyen y asistan “a los obispos” y trabajen “con ellos para combatir este mal”.
Woods explicó que le parecía “inaceptable” en especial cuando la Iglesia australiana creó la semana pasada una comisión independiente para investigar las acusaciones contra el cardenal George Pell por encubrir a otro sacerdote, Terence Goodall, acusado de abusos sexuales cometidos hace 25 años.
Sin embargo, la esperada disculpa de Benedicto XVI, de la que en Australia se ha venido hablando desde hace semanas, ha ido un poco más lejos que la ofrecida este mismo año a las víctimas estadounidenses de abusos de la Iglesia al exigir de forma contundente que sean llevados ante la Justicia.
No obstante, MacIsaac destacó que el Papa se refirió únicamente a las víctimas menores de abusos sexuales y no habló de las mayores de edad ni de las de abusos psicológicos y físicos, “que también las hay”.
Hetty Johnston, la portavoz de una conservadora organización que cuida de los derechos de los niños, Corazones Valientes (en inglés “Brave Hearts”), tuvo quejas hacia la disculpa del Papa e insistió en que las víctimas deben ser compensadas de forma adecuada.
Confirmará Papa a joven mexicoamericano
El Papa Benedicto XVI conferirá el sacramento de la confirmación hoy en Sydney al joven mexicoamericano Juan Martínez, durante una misa a la cual se espera asistan 500 mil personas.
El Pontífice presidirá la celebración eucarística en el hipódromo de Randwick, a las afueras de la ciudad, y confirmará también a otros 23 jóvenes, 14 de ellos procedentes de Australia y nueve de otras partes del mundo.
Entre ellos Elizabeth González y Evelyn Lloveda, ambas de Uruguay. También recibirán el óleo sagrado peregrinos de Sudáfrica, Vietnam, Suiza, Islas Fiji y República Checa, y después tomarán la comunión con el Papa.
Ayer durante una magna vigilia de oración, el Papa dijo que al imponer la confirmación a los candidatos rezará por que Dios les mande a ellos el espíritu de la sabiduría, el consejo, fortaleza, ciencia y de piedad.
“Estos dones del espíritu no con ni un premio ni un reconocimiento, son simplemente dones y ellos exigen de parte de quien recibe una sola respuesta: ‘Sí acepto’”, apuntó.
