La fracción perredista en la Cámara de Diputados promoverá que el gobierno federal establezca un plan de austeridad que incluya reducir los gastos de funcionarios y activar un programa de infraestructura y obra pública en 2009.
"Frente a la recesión económica mundial y los efectos que a la economía mexicana, se requieren acciones contundentes que vayan más allá del discurso y la promesa en materia de austeridad en el gasto público", señaló el diputado federal César Flores Maldonado.
El vicecoordinador del Area Jurisdiccional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro dijo que se promoverá una reducción en el gasto corriente que incida en el menor uso de teléfonos celulares, la no compra de vehículos para funcionarios, bajar los viáticos, boletos de avión y eliminar pago de asesorías.
"Todos esos recursos se buscará que sean canalizados a infraestructura carretera, obra pública que genera empleo y que sea una válvula a la inminente recesión que ya vive México", comentó en entrevista.
Flores Maldonado expuso que a la par de este plan de austeridad, que también debe abarcar a los gobiernos estatales y municipales, se planteará un acuerdo legislativo para detener el alza semanal a las gasolinas, las cuales han provocado un aumento generalizado de productos básicos.
Indicó que el incremento número 33 a la gasolina magna en 2008 ha provocado que el precio llegue 7.70 pesos y el diésel a 7.33 pesos, a pesar de que la cotización internacional del barril de petróleo ha bajado en más de 90 dólares en tres meses.
A partir de los primeros minutos del sábado, las ocho mil 222 gasolineras que operan en el país empezarán a vender el litro de Magna -la más utilizada por el parque vehicular- en 7.70 pesos, la Premium se mantiene en 9.58 y el diésel pasa de 7.28 a 7.33.
"La gasolina Magna registra un aumento acumulado en el año de alrededor de 10 por ciento, la Premium de 8.47 y el diésel de 23.6, lo que ha derivado en aumentos a productos básicos hasta de 80 por ciento", abundó el legislador federal por Guerrero.
Explicó que frente al incremento al salario mínimo de 4.6 por ciento, el alza semanal al precio de la gasolina rebasa cualquier aumento a las percepciones, por lo que a su decir, es urgente una respuesta de la Secretaría de Hacienda para frenar la espiral inflacionaria.
