El presidente de Colombia, Álvaro Uribe (centro), su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos (izq.), y el nuevo comandante del Ejército, general Óscar González (der.), durante la ceremonia en la que González asumió su cargo, en la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”, en Bogotá, Colombia. (EFE)
Instruyen al nuevo comandante del Ejército detener a los cabecillas de la organización y resguardar
el respeto a los derechos humanos.
El presidente Álvaro Uribe instruyó ayer al nuevo comandante del Ejército a resguardar celosamente el respeto a los derechos humanos en las filas, a la vez que diera rápida captura a los jefes de las FARC y a prófugos narcotraficantes.
Un ejército “no puede permitir que algunas personas le hagan daño a su buena reputación... aquí ha habido crímenes, que afectan la imagen de la institución y que tienen que ser sancionados ejemplarmente”, dijo Uribe al dar posesión al nuevo comandante del Ejército, general Óscar González, de 55 años, 38 de ellos en las filas castrenses.
Le exigió “gran eficacia en el campo de batalla y gran desempeño en la oficina de los derechos humanos”.
González llega al cargo después de que su antecesor, general Mario Montoya, renunció en medio de un escándalo en que al menos 27 oficiales se vieron implicados en supuestas ejecuciones extrajudiciales de civiles.
“Las armas de la república están concebidas para garantizar la vida de los colombianos y a fin de garantizarla, derrotar a los violentos”, añadió el mandatario.
Luego, el presidente encomendó al nuevo mando castrense que “las armas de la república, ahora bajo su liderazgo en el Ejército, lleguen rápido a lo que queda del secretariado” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), integrado por siete comandantes guerrilleros, entre los que están Alfonso Cano y Jorge Briceño, a quienes mencionó en su discurso.
Uribe también nombró a dos presuntos narcotraficantes prófugos, cuya captura demandó: Pedro Guerrero, alias “Cuchillo” y Daniel Barrera, alias “El Loco Barrera”.
Poco antes, en su discurso al asumir la comandancia del Ejército, el general González afirmó que estaba consciente de los desafíos de su cargo.
El “respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario... será mi tarea prioritaria”, dijo González.
“Sé que por culpa de unos pocos estamos pasando unos tragos amargos, tragos que tenemos que digerirlos más pronto posible y cuya lección, por dura que haya sido, no debemos olvidar, precisamente para que no vuelvan a ocurrir”, añadió el oficial.
Temprano al participar en otra ceremonia militar por el aniversario de la Fuerza Aérea, Uribe anunció que cada unidad militar y de la Policía dispondrá de un oficial que recibirá quejas de ciudadanos sobre posibles abusos de la fuerza pública.
La denuncia en agosto y septiembre pasado sobre la desaparición y asesinato este año de 11 hombres oriundos de Soacha, una barriada pobre al Sur de Bogotá, cuyos cadáveres aparecieron en fosas comunes en una región del Noreste del país, tras haber sido reportados como muertos en combates con el Ejército, desembocó el 29 de octubre en la destitución y dada de baja de 27 militares, entre ellos tres generales, por negligencia en procedimientos castrenses que pudieron facilitar esos casos.
Esta semana el caso de Soacha y la destitución de los oficiales costó también la cabeza del comandante del Ejército, general Mario Montoya, quien renunció al cargo.
Se fuga ‘mensajera’ de las FARC de prisión domiciliaria
Una de las rebeldes capturadas hace un año con las pruebas de vida de rehenes que las FARC tenían en su poder, se fugó desde hace un mes de la prisión domiciliaria que le fue otorgada por tener lupus y estar embarazada, informaron ayer fuentes oficiales.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) señaló ayer en un comunicado que Adriana Vega desapareció hace un mes de la casa del barrio La Estancia, en el sur de Bogotá, a donde había sido enviada en detención domiciliaria.
La casa por cárcel es un beneficio que se otorga a personas con una grave enfermedad, madres cabeza de familia y otros casos.
Vega, la “mensajera” de las FARC, recibió el beneficio de prisión domiciliaria por decisión del Juzgado 19 Penal Municipal de Garantías de Bogotá en julio pasado.
El Inpec señaló en su mensaje que realizó cuatro visitas de control desde julio y en la última realizada a comienzos de octubre no la encontró.
“El pasado 7 de octubre de 2008 cuando el personal del cuerpo de custodia y vigilancia del Inpec fue a pasar revista a la casa de habitación en el barrio La Estancia de Bogotá, en donde anteriormente había sido supervisada tres veces, evidenciaron que la señora Vega no se encontraba en ese lugar”, dijo el comunicado.
La “mensajera” era procesada por los delitos de concierto para delinquir y rebelión, y desde el 30 de noviembre de 2007 hasta julio pasado estuvo recluida en la cárcel del Buen Pastor de Bogotá.
Vega fue detenida con otros dos supuestos guerrilleros que llevaban pruebas de vida de los entonces secuestrados Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y otros rehenes al presidente venezolano, Hugo Chávez, que ofició el año pasado como mediador para un canje de secuestrados por guerrilleros presos.
Desmovilizados
Más de 49 mil “paras” y guerrilleros colombianos se han desmovilizado desde 2002 en Colombia.
*De ellos 31 mil 671 pertenecían a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares de la extrema derecha armada), y que lo hicieron de forma colectiva.
*De forma individual se desmovilizaron un total de 11 mil 10 integrantes de distintos frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), 3 mil 682 de las AUC, 2 mil 295 del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y 463 de distintas disidencias.
*Desde 2006 han sido capturados 4 mil 770 integrantes de bandas criminales y 714 de los detenidos eran desmovilizados de los grupos armados ilegales.
*En el mismo periodo de 2006-2008, han muerto en combates un total de mil 153 miembros de bandas criminales y de las disidencias, y de éstos, 369 entre enero y el 31 de octubre de este año.