El Papa Benedicto XVI pronunció ayer un discurso ante la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos. El Papa Benedicto XVI observó la bandera de la ONU que se encontraba en la sede del organismo en Bagdad, Irak, que fue atacada con un camión bomba el 19 de agosto de 2003, en un atentado en el que murieron 17 personas. (Fotografías de EFE)
Aborda Benedicto XVI frente a la Asamblea General del organismo temas como los adelantos científicos y el derecho a la libertad religiosa.
El Papa Benedicto XVI afirmó ayer que la ONU tiene el “deber” de intervenir para proteger a la población ante crisis humanitarias o violaciones de derechos, cuando sus Estados no lo hacen.
En su intervención ante el pleno de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, con presencia de sus 192 países miembros, Benedicto XVI recordó que “el deber primario” de todo Estado es “proteger a la propia población” de cualquier tipo de violaciones de derechos humanos o crisis humanitarias.
“Si los Estados no son capaces de garantizar esta protección”, la comunidad internacional “debe intervenir con los medios jurídicos previstos por la Carta de las Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales”, dijo.
El jefe de la Iglesia católica indicó que la intervención de la comunidad internacional “no tiene por qué ser interpretada como una imposición y una limitación de la soberanía”.
Aseguró que, al contrario, “la indiferencia o la falta de intervención es lo que causa un daño real”.
Sin embargo, el Pontífice recordó a los miembros de Naciones Unidas la necesidad de agotar todas las vías diplomáticas para resolver la crisis.
“Lo que se necesita es una búsqueda más profunda de los medios para prevenir y controlar los conflictos, explorando cualquier vía diplomática posible y prestando atención y estímulo también a las más tenues señales de diálogo o deseo de reconciliación”, agregó.
El Obispo de Roma dijo a sus interlocutores que es el principio “de la responsabilidad de proteger” en el que se tiene que basar las Naciones Unidas.
Citó cómo el fraile dominico español Francisco de Vitoria, que calificó como precursor de la idea de las Naciones Unidas, describió dicha responsabilidad “como un aspecto de la razón natural compartida de todas las naciones”.
VISIÓN RELIGIOSA
Benedicto XVI señaló que una visión a través de la religión puede “llevar al compromiso de resistir a la violencia, al terrorismo y a la guerra y a promover la justicia y la paz”.
Por ello, llamó a Naciones Unidas a apoyar el intercambio interreligioso, “del mismo modo que lo hacen con el diálogo en otros campos de la actividad humana”.
Según Joseph Ratzinger, las Naciones Unidas pueden contar con los resultados que produzca el diálogo entre las religiones para usarlos “al servicio del bien común”.
El objetivo de este diálogo es “proponer una visión de la fe, no en términos de intolerancia, discriminación y conflicto, sino de total respeto de la verdad, la coexistencia, los derechos y la reconciliación”, apuntó.
Entre los derechos fundamentales del hombre, el Papa indicó que “obviamente” deben incluir el derecho a la libertad religiosa.
Consideró “inconcebible que los creyentes tienen que suprimir sus creencias religiosas para ser ciudadanos de un país”, y exclamó: “No tendría que ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos”.
Ratzinger explicó que los derechos asociados a la práctica de la religión necesitan protección, sobre todo en lugares donde se les considera en conflicto con la confesión mayoritaria, en alusión a la situación de los cristianos en zonas como Oriente Medio, en especial en Irak, ya denunciada en varias ocasiones por el Papa.
Benedicto XVI tocó en un denso y largo discurso otros temas como la defensa de los derechos humanos, la necesidad de solidaridad con los países más necesitados e invitó al rechazo de una investigación científica y tecnológica que atente contra “el carácter sagrado de la vida”.
El Papa no olvidó recriminar al organismo que el consenso multilateral sigue teniendo problemas “a causa de su subordinación a las decisiones de unos pocos”.
El jerarca del Catolicismo deseó a todas las naciones representadas en la ONU “Paz y prosperidad con la ayuda de Dios”, en los idiomas oficiales de la organización (inglés, francés, español, árabe, chino y ruso).
Aumentan violaciones en China: AI
La oficina en México de Amnistía Internacional (AI) denunció que en China crecen las violaciones contra los derechos humanos, conforme se acerca la fecha de los Juegos Olímpicos.
En un comunicado, el organismo internacional detalló que las autoridades han endurecido la ofensiva contra los activistas del Tíbet y otras regiones del país asiático.
Recordó que en sus estadísticas anuales sobre pena de muerte, China aparece de nuevo en el primer lugar de ejecuciones en 2007, lo que demuestra un clima poco favorable en el respeto a las garantías individuales.
Además, denunció que la Policía de Beijing, lleva a cabo un sistema específico para “limpiar” la ciudad, previo al inicio de la justa deportiva de Verano.
Este sistema se conoce como RAT (Reeducación a través del Trabajo), que consiste en detener a las personas sin cargo, juicio previo, ni posibilidad de revisar los casos individuales.
El organismo internacional cita como fuente de esta información a “medios de comunicación chinos”, según los cuales la Policía china utiliza el RAT como herramienta dirigida a ciertos ciudadanos, en específico como vagabundos, vendedores ambulantes, taxistas ilegales y activistas en derechos humanos que hagan denuncias.
Según Amnistía Internacional se calcula que 250 mil personas se encuentran detenidas -algunas pueden pasar cuatro años en el proceso- bajo el RAT, como instrumento de control previo a los Juegos Olímpicos.
En ese sentido, el organismo de derechos humanos llamó al Comité Olímpico Internacional y a las empresas patrocinadoras de los Juegos Olímpicos, a que revisen la situación y presionen al Gobierno chino para terminar con esta situación.
Visita el Papa sinagoga
Benedicto XVI se convirtió ayer en el primer Pontífice en visitar una sinagoga en Estados Unidos, luego de acudir al templo de esa confesión en East Park, construida en Manhattan por inmigrantes alemanes y húngaros en 1890.
La breve visita, de apenas 30 minutos, fue considerada un gesto de acercamiento, diálogo y respeto hacia la comunidad judía.
En su alocución, el Papa llamó a seguir construyendo puentes de amistad entre los diferentes credos religiosos.
“Sé bien que la comunidad judía ha dado una valiosa contribución a la ciudad y les aliento a todos a seguir construyendo puentes de amistad con todos los diversos grupos étnicos y religiosos que viven entre ustedes’, dijo.
Benedicto XVI sostuvo un encuentro con el rabino Arthur Schneier, al frente de la sinagoga, con quien intercambió regalos.
