Para enfrentar la crisis económica, la clase política debe poner el ejemplo y eliminar gastos suntuosos, demandó la Arquidiócesis de México.
“Sería una magnífica señal que en el presupuesto para el próximo ejercicio fiscal apareciera la sensibilidad de nuestra clase política a la crisis económica que -como siempre sucede- deberá resistir principalmente la clase más empobrecida.
“Y así, por ejemplo, mucho agradecería la sociedad eliminar de las partidas presupuestales los miles de millones de pesos que los gobiernos federal y locales dilapidan en una inútil y absurda publicidad.
“Sería loable que eliminaran en más de la mitad de las dietas, viáticos, vehículos de lujo, viajes y tantas cosas frívolas y suntuosas de los funcionarios públicos que son un insulto para un país postrado en la pobreza”, señaló en el editorial del semanario “Desde la Fe”, órgano informativo de la Arquidiócesis.
En el texto, reconoció el plan presentado por el presidente Felipe Calderón para incentivar las finanzas; sin embargo, insistió en criticar la reacción de algunos políticos que minimizan el impacto de la crisis en Estados Unidos sobre la economía de México.
“Resulta indignante que algunos funcionarios sigan repitiendo que estamos preparados para resistir un embate que ha empezado a resquebrajar la tan publicitada estabilidad financiera mexicana”, agregó.
Asimismo, exhortó al Congreso de la Unión, al Instituto Federal Electoral y al Poder Judicial de la Federación a “ajustarse el cinturón” y dejar de gastar en propaganda política y recibir sueldos exagerados.
“El primer ajuste de cinturón lo debería hacer el Congreso de la Unión, achicando la cuchara grande con la que tan generosamente se despachan.
“Asimismo, el IFE también debería recortar su presupuesto en esa misma medida con la finalidad de que no se derroche el dinero de los contribuyentes en tanta burocracia y en la horrenda propaganda política de los partidos que, además de hartar a la ciudadanía, contaminan el ambiente.
“El Poder Judicial debería hacer lo suyo, renunciando a recibir sueldos estratosféricos y prestaciones inimaginables que ni siquiera sus homólogos del primer mundo imaginan”, indicó la jerarquía católica a través de su publicación.
Asimismo, señaló que además del plan del Gobierno Federal para paliar la situación financiera, es necesario que los gobiernos estatales asuman su compromiso y resuelvan los problemas locales.