El espacio que era ocupado por la Dirección de Atención a la Mujer y el refugio para mujeres maltratadas, está ahora a cargo de las fuerzas federales y militares.
Regidora considera necesario agilizar la búsqueda de otro lugar para atender a las mujeres que sufren de violencia.
La regidora María del Rosario Aldaba consideró necesario agilizar la búsqueda de otros espacios para reubicar el refugio para víctimas de violencia extrema, el que junto a la Dirección de Atención a la Mujer dejó de ocupar las instalaciones que tenía asignadas, y las cuales fueron ocupadas por los elementos federales y militares enviados a la región para reforzar la seguridad.
La regidora de extracción panista destacó que la presencia de integrantes de las fuerzas armadas, es una respuesta que los habitantes de la Comarca Lagunera y especialmente los de Lerdo, estaban esperando por la serie de situaciones violentas que se presentaron los últimos días.
Sin embargo, exhortó a las autoridades municipales para que las necesidades de la población femenina no dejen de ser tomadas en cuenta, tras destacar que el espacio que era especialmente para este grupo de población, está siendo ocupado ante la situación de emergencia por la inseguridad que aquí se registra.
Aunque las oficinas de la Dirección se están reubicando a la calle Coronado, a espaldas de la presidencia municipal, se desconoce lo que pasará con el refugio, el cual era utilizado en el albergue de mujeres e hijos que padecen violencia extrema en sus hogares. “Las necesidades de las mujeres se están minimizando y hasta se hacen invisibles, pienso que pudieran buscarse otros espacios pues de lo contrario, se violan los derechos de las mujeres y sus familias que requieren de esta estructura”, expresó.
Por otro lado, dijo que interfieren con los compromisos internacionales que México ha adquirido, contradiciendo el discurso oficial de brindar seguridad a toda la población, pero sobre todo a las mujeres y sus comunidades. Ante esta realidad “se identifica una incongruencia entre la medida tomada de tener la presencia de militares precisamente ocupando un espacio que con justicia había sido destinado para la atención de las necesidades de las mujeres”, según señaló.
María del Rosario Aldaba indicó que tanto la Dirección de Atención a la Mujer como el refugio para mujeres y sus hijas e hijos que viven violencia extrema, fueron espacios avalados por el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), para aplicar programas federales como el de Seguridad para las Mujeres y sus Comunidades, por lo que se establecieron convenios para cumplir los objetivos. Por último, sugirió también dar una revisión a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en donde cada estado tiene el compromiso de instalar un Sistema Estatal y un Programa para cumplir con lo que establece esta Ley.