El gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, conversa con clérigos de una iglesia local en la puerta de su casa en Chicago (EU), donde fue arrestado por autoridades federales el 9 de diciembre acusado de corrupción. (EFE)
Ora el gobernador junto a ministros religiosos en su hogar; asegura ser inocente.
La secretaria de justicia estatal, Lisa Madigan, solicitó ayer al tribunal estatal supremo que despoje de sus poderes al gobernador Rod Blagojevich.
La funcionaria tomó la medida mientras se intensificaban las presiones para que renuncie el gobernador.
Mientras tanto el acosado Blagojevich oró junto a varios ministros religiosos en su hogar antes de dirigirse a su oficina, asegurando que es inocente y que será reivindicado, según uno de los pastores.
Madigan solicitó al tribunal una orden judicial temporal que impida a Blagojevich desempeñarse como gobernador. Su presentación dice que “es incapaz de servir como gobernador debido a incapacitación”.
“La naturaleza dominante y gravedad de los cargos pendientes incapacitan al señor Blagojevich a tomar decisiones efectivas sobre cuestiones críticas”, agrega.
La solicitud propone que el vicegobernador asuma el cargo.
Es la primera vez en la historia de Illinois que se adopta una acción como ésta. La secretaria de justicia aplica una regla que se propuso abarcar casos de incapacitación de un gobernador por motivos de salud.
Mientras tanto, la legislatura estatal analiza las posibilidades de un juicio político del gobernador.
La moción sobreviene tres días después que se acusó a Blagojevich de poner en venta la banca senatorial que deja vacante el presidente electo Barack Obama y de presionar a los propietarios del Chicago Tribune.
El gobernador ha estado alternativamente encerrado en su hogar o en su oficina desde que fue arrestado por cargos federales de corrupción.
Ayer por la mañana se reunió con los ministros religiosos.
El religioso Ira Acree, de la Iglesia Bíblica de San Juan, dijo que Blagojevich no discutió detalles de las denuncias en su contra. Agregó que el gobernador habló de conformar un equipo de asesoría legal y política, pero que se siente acorralado “sin espacio ni oportunidad de esclarecer nada”.
Acree y otros dos pastores -Steve Jones, presidente de la Conferencia del Pastor Bautista, y Marshall Hatch, de la Nueva Iglesia Misionera Peregrina Bautista- llegaron a la casa del gobernador a eso de las 8 de la mañana y se reunieron con él durante 20 minutos. Jones dijo que oraron junto a Blagojevich y su familia.
El Chicago Tribune informó ayer que empresarios conectados con Blagojevich y con el representante Jesse Jackson hijo discutieron planes de recaudar un millón de dólares para el gobernador para persuadirle que designara a Jackson al escaño vacante.
El Tribune cita fuentes que no identifica para afirmar que el empresario Raghuveer Nayak y Rajinder Bedi, asesor de Blagojevich, dijeron el 31 de octubre a los asistentes a una reunión que necesitaban recaudar el dinero para el gobernador a fin de asegurar la designación de Jackson.
“Raghu dijo que necesitaba recaudar un millón para Rod a fin de asegurarse de que Jesse consiguiera la banca”, dijo al Tribune una fuente no identificada que asistió a la reunión. Blagojevich también estuvo presente en el encuentro que fue patrocinado por Nayak, un empresario de Oak Brook.
Jackson negó rotundamente que él o su hermano hubiesen estado involucrados en un complot para darle el escaño senatorial.
“Es desafortunado que cada comparecencia que hace el gobernador y cada reunión que tiene mancha a todos los que asisten”, dijo Jackson.
Primera dama de Illinois, en la mira
En los seis años que lleva como esposa del gobernador de Illinois, Patricia Blagojevich, de 43 años, no ha tenido un papel público relevante en la Administración de su esposo.
“Ha mantenido un perfil muy bajo como primera dama”, dijo Paul Green, un profesor de ciencias políticas en la Universidad Roosevelt. “Literalmente puede caminar por la avenida Michigan y, si no tuviera guardaespaldas, nueve de cada diez personas no sabrían quién es”.
Así que su participación en las descaradas conversaciones telefónicas que han derivado en acusaciones de corrupción contra su marido, el gobernador Rod R. Blagojevich, ha sido toda una sorpresa para muchos.
En la querella federal, la señora Blagojevich parece ser un socio influyente y demandante en los esquemas de su esposo para negociar el asiento en el Senado que dejara vacante el presidente electo Barack Obama por oportunidades que reditúen capital u oportunidades políticas. La querella también muestra su participación en una llamada telefónica en la que el gobernador discute intercambiar su influencia sobre la designación del escaño por dinero o cargos para su esposa en consejos corporativos.
Y en una ráfaga de lenguaje vulgar, la señora Blagojevich regaña a su esposo cuando amenaza con evitar que la compañía Tribune venda el Chicago Cubs y el Wirgley Field, a menos que el Chicago Tribune despida a los editorialistas que pidieron enjuiciar al gobernador. La primera dama de Illinois es citada en la demanda cuando dice que el Estado debe “sostener que (grosería) Cubs (grosería) (grosería) a ellos”.
Funcionarios federales han declinado discutir el rol de la señora Blagojevich en el caso y no ha sido acusada. Pero también han sugerido que ella y otras personas involucradas en las llamadas telefónicas grabadas deberían ser citadas como parte de la investigación.
