La dermatóloga explica que en épocas de otoño-invierno se incrementa la amenaza de los piojos.
Se trata de una plaga del pasado, pero que hoy sigue causando sobresalto, pues estos insectos son una amenaza para cualquiera.
La idea de sufrir una invasión de piojos casi nunca es valorada por la gente, sobre todo por aquella que sigue las reglas básicas de la higiene personal, la razón es que se olvida que estos insectos son capaces de atacar en la menor oportunidad y que pueden causar la peor de las sorpresas, al infestar la cabeza de niños o adultos, mujeres y hombres.
Gladis León Dorantes, dermatóloga del Hospital General de México, nos dice que la plaga parece inofensiva, pero aparición presencia causa problemas físicos y emocionales en las personas.
Viejos invasores
Los expertos nos cuentan que los piojos son pequeños animales que habitan en el cuerpo, no transmiten virus y se nutren de sangre humana. Se sabe que existen desde hace 70 mil años; son originarios de
África.
Son varios sus tipos: Pediculosis (del cuero cabelludo), sarna (piel) y ladillas (pubis).
La dermatóloga explica que en épocas de otoño-invierno se incrementa la amenaza. Advierte que su principal vía de contagio es el contacto directo con el cabello, además de que tienen la capacidad de volar.
Pueden pasar de una persona a otra en peines, gorras, toallas, almohadas, peinetas, pasadores.
Llama la atención sobre que “tener piojos no es sinónimo de suciedad ya que, aunque por años se ha pensado que los piojos sólo los portan las personas que carecen de higiene, se ha confirmado que, por el contrario, los piojos buscan la limpieza”.
Buscan sus víctimas preferentemente entre niños de 6 a 10 años, proliferan en la piel, en la zona posterior de las orejas, particularmente la de los pequeños, debido a que los lugares de mayor contagio son los colegios, guarderías, cursos de verano.
Pasos en la cabeza
El síntoma más común es la comezón, pues los parásitos se reproducen de manera sorprendente, cada piojo hembra produce 20 huevecillos por día y tienen una vida promedio de 30 días.
Se alimentan cinco veces al día, lo que ocasiona que cada vez que defecan se sienta comezón de manera intensa.
Su ataque, por lo regular, es más común en niñas, por que usan el pelo largo, lo cual facilita su reproducción. Son animales que se esconden en el cabello y, por añadidura, adoptan su color como un recurso de camuflaje. Esto complica su eliminación de manera manual.
Un producto eficaz que los elimina en la primera aplicación, es es Herklin NF (fenotrina) y 2000 (permetrina), afirma Yvette Fernández, especialista en la piel.