La secretaria de Energía, Georgina Kessel, entregó ayer la iniciativa energética al Senado, que fue recibida por Víctor Orduña, secretario técnico de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.
Los bonos tendrían un costo de 100 pesos y sólo podrían ser comprados por mexicanos.
El presidente Felipe Calderón propuso al Senado de la República cambios a leyes secundarias que permitirían a la Iniciativa Privada realizar “cualquier tipo de contrato” con Petróleos Mexicanos (Pemex) con pagos que siempre serán en efectivo y que no se antepongan a la propiedad y el control del Estado sobre los hidrocarburos.
Propone también que los sectores social y privado puedan, previo permiso, realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, así como de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo (gasolinas) y de petroquímicos básicos.
En la iniciativa que reforma y adiciona la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo (que forma parte del paquete de cinco iniciativas), el Ejecutivo plantea que la paraestatal pueda contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo, sin transmitir la propiedad del hidrocarburo.
Este mecanismo daría paso a la construcción de refinerías por parte de la Iniciativa Privada, así como la operación y administración de una red de ductos paralela a la Pemex.
A fin de atender la demanda nacional de petrolíferos, el Ejecutivo considera la reconfiguración de tres refinerías así como construir cinco o seis refinerías más en 20 años, de las cuales cada una requerirá de cuatro o cinco años para su ejecución que abarca desde el diseño hasta la operación.
Asimismo, otorgará a privados la posibilidad de realizar trabajos de exploración superficial en áreas con posibilidades petrolíferas, previo permiso de la Secretaría de Energía (Sener).
Otra de las innovaciones de la iniciativa es el hecho de que Pemex emita “bonos ciudadanos” (cada bono tendrá un costo de 100 pesos), que estén a disposición de la población en general que podrán comprar personas físicas, mexicanas a través de las Afores; aunque los títulos no otorgarán derechos patrimoniales ni corporativos sobre Pemex.
En este proceso es necesaria la modificación de la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos, con ello Pemex podrá realizar todas las adecuaciones presupuestarias así como emplear hasta 10% de sus excedentes de ingresos propios, también sin autorización de Hacienda.
Otra de las propuestas que hizo llegar Calderón al Senado, contempla fortalecer al Consejo de Administración de Pemex, creando organismos subsidiarios descentralizados que deberán realizar actividades inherentes al área estratégica del petróleo.
Los nuevos organismos subsidiarios serían regulados por el Consejo de Administración sin interferir en su autonomía.
La iniciativa propone el fortalecimiento de Pemex a través de la autonomía de gestión a fin de acercar a la empresa a “mejores prácticas de Gobierno corporativo a nivel internacional.
El proceso transparente de la toma de decisiones será la piedra angular de la innovación de gestión administrativa, señala el Ejecutivo en la iniciativa. Para ello se propone la incorporación de cuatro consejeros profesionales designados por el Presidente: actualmente el Consejo de Administración lo conforman seis secretarios de estado, preside la Secretaría de Energía y cinco miembros del sindicato.
Al voto de estos consejeros se le “conferirá un pesos específico dentro de las decisiones del Consejo de Administración, cualquier determinación requerirá el voto favorable de al menos dos de los consejeros profesionales.
