Acabar con la Plaza de Toros es terminar con una añeja tradición de los sombreretenses.
La nueva modalidad acabaría con una tradición que data de 1788, la Feria Patronal y provocaría el congestionamiento vial.
Sombrerete, Zac.- Los sombreretenses no dejaron que un centro comercial se estableciera en el área donde hoy se encuentra la Plaza de Toros, ya que acabaría con una tradición que data de 1788, la Feria Patronal y provocaría una mayor congestión vial que además pondría en entredicho la declaratoria como Pueblo Mágico.
Rafael Sánchez Presa, coordinador estatal de la Junta de Monumentos, representantes del INAH, de Pueblos Mágicos y los representantes de la empresa comercial, Adrián Infante y Corina Cortés, buscaron soluciones por más tres horas en la Sala de Cabildo.
Los empresarios señalaban que la Plaza de Toros no es un monumento histórico, pero Sánchez Presa indicó que demoler la plaza y construir un cajón afectaría las pretensiones de ser Pueblo Mágico.
Señalaron que el interés de una empresa no está por encima de un pueblo. La cronista municipal, Margarita Bustos, señaló que el inmueble data de 1788 y ahí se realizaban las tientas de vaquillas y si se destruye, se destruiría también la tradición de las corridas de la Feria de la Candelaria, la más importante del municipio.
Los empresarios arrendaron el inmueble por varios años a su actual propietario, Juan Sánchez, y realizaron algunas adecuaciones, pero fueron paralizados los trabajos por la Junta de Monumentos.
El representante de la empresa Peñoles, Luis Humberto Vázquez, les dijo que ni el Comité ni el Pueblo se oponen a que se establezca la tienda comercial, pero que no sea en la Plaza de Toros.
Los integrantes de Pueblos Mágicos propusieron que buscaran otros terrenos, ya que hay varios en los alrededores de la cabecera y serían más viables.
La empresa pretende crear 65 empleos directos y 165 indirectos en el municipio y 46 cajones de estacionamiento en un solo nivel en la Plaza de Toros, ubicada en la avenida Aréchiga.
Pero les explicaron que propiciaron un fuerte caos vial, ya que ésa es la entrada hacia Durango y muchas personas de las comunidades serían sus principales clientes. “Pero meter un cajón-bodega en el Centro Histórico desarmonizaría y pondría en entredicho la declaratoria como Pueblo Mágico”.
Datos
El Coordinador estatal de la Junta de Monumentos, INAH y representantes de la empresa comercial buscaron soluciones por más tres horas en la Sala de Cabildo.
La cronista municipal, Margarita Bustos, señaló que el inmueble data de 1788 y si se destruye, se acabará también con una tradición de Sombrerete.
El representante de Peñoles dijo que ni el Comité ni el Pueblo se oponen a que se establezca la tienda comercial, pero no en la Plaza de Toros.
Los integrantes de Pueblos Mágicos propusieron que buscaran otros terrenos, ya que hay varios viables en los alrededores de la cabecera.