Hay interés en Brasil de concretar acuerdos comerciales con México, sobre todo en el sector automovilístico.
El fracaso del acuerdo para la Ronda de Doha podría impulsar negociaciones para un acuerdo comercial entre México y Brasil, afirmó aquí el canciller brasileño, Celso Amorim.
“Brasil está queriendo hacer un acuerdo con México y los países de Centroamérica. Quién sabe si ellos encuentren una compensación (por el fracaso de la Ronda) aquí (en Brasil)”, aseguró Amorim.
El ministro afirmó que ya hay conversaciones en ese sentido y confía en que ahora, con incertidumbre en relación a Doha, “las pláticas avancen más rápidamente”.
Según Amorim, el actual escenario en la economía global hizo que México se preocupara más en ampliar sus relaciones comerciales con los países con los que no tiene convenios.
“Creo que habrá acuerdo para ampliar el acceso comercial (a ambos mercados), especialmente en el sector automovilístico”, consideró el canciller.
“Si podremos llegar a un libre comercio, eso no lo sé y, de todas formas, hoy no es día de hablar sobre eso”, añadió.
Indicó que con los países centroamericanos, las conversaciones sobre un acuerdo comercial “van avanzando positivamente”.
Amorim señaló que las consecuencias del fracaso de la Ronda impactarán a México en especial en la cuestión de los subsidios estadounidenses, cuyo techo habría sido reducido en un 70 por ciento en relación al actual.
“México es un país que está sufriendo con la crisis de alimentos. Los precios suben, tienen impacto en la inflación. Por eso para el país habría sido bueno la reducción de los subsidios”, argumentó.
El canciller brasileño afirmó que el efecto de la suspensión de las negociaciones será distinto en cada una de las naciones centroamericanas.
“Hay algunos que son miembros del Grupo de los 33, más defensivos, pero hay algunos, como Costa Rica, que son países extremadamente ofensivos. De forma general, el crecimiento de la economía mundial beneficiaría a todos, entonces la falta de acuerdo perjudicaría a todos”, señaló.
Amorim lamentó que el fracaso de la Ronda resulte en la suspensión del acuerdo que los países latinoamericanos exportadores de banano -la mayoría de Centroamérica, pero entre ellos Brasil- habían logrado con la Unión Europea para reducir aranceles sobre sus exportaciones del producto al bloque.
“Pero eso es algo que puede servir de base para un futuro acuerdo, si hay voluntad de ambas partes. Por lo menos ya hay una noción de la arquitectura del acuerdo”, señaló, al considerar que “dejar eso esperando tres años sería un absurdo”.
El canciller consideró que para Brasil las consecuencias no serán muy serias.
“Brasil tiene posibilidades de buscar alternativas para abrir mercados con países desarrollados o en desarrollo”, dijo.
Además “tiene condiciones (económicas) para entrar con pedidos de solución de conflictos”, dijo en referencia a los procesos que se mueven en la Organización Mundial del Comercio para contestar prácticas comerciales de otros países que se consideran desleales.
“Pero países realmente pobres no tienen esa capacidad”, lamentó.
Son esas naciones, en su mayoría africanas, que pagarán la mayor parte de la cuenta del fracaso de la Ronda de Doha, señaló Amorim.
Hay decepción
en Argentina
El canciller argentino Jorge Taiana, manifestó su decepción por el fracaso de la liberalización del comercio que sufrieron las negociaciones que la Organización Mundial del Comercio (OMC) obtuvo en Ginebra.
En entrevista con el diario La Nación, Taiana reconoció, sin embargo, que la ruptura oficial de las conversaciones “no constituyó una sorpresa”.
La principal razón del fracaso fue un “desequilibrio” entre el tema agrícola y los otros aspectos de la negociación, precisó.
“Es una frustración, pues esta fue llamada la Ronda del Desarrollo y todos esperábamos que tuviera un resultado positivo para los países en desarrollo. No haberlo alcanzado significa una cierta frustración”, explicó. Desde el principio de las conversaciones, dijo, “habíamos señalado que la negociación estaba desequilibrada. Que de ese modo era difícil llegar a un acuerdo y que había varios temas que no estaban resueltos: temas agrícolas, industriales y otros más específicos”.
Hay decepción en Argentina
Lamentó que algunos de esos temas prácticamente no se llegaran a hablar y otros no se resolvieran.
“También habíamos dicho que, para que la Ronda de Doha fuera exitosa, debía haber menores demandas y una contribución efectiva y mayor de la que se había planteado por parte de los países desarrollados. Eso no sucedió”, señaló.
Ese desequilibrio, agregó, impidió que se alcanzara un acuerdo porque los países en desarrollo no aceptaron, en líneas generales, esa situación.
Taiana advirtió que “la responsabilidad del fracaso tenemos que asumirla en conjunto y, en particular, responde a la poca disposición de los países desarrollados a realizar una apertura efectiva en agricultura”.
