Cuba tiene la menor mortalidad infantil del mundo en desarrollo, según UNICEF.
El mundo en desarrollo ha realizado progresos “insuficientes” para reducir significativamente la mortalidad de menores de cinco años y cada día mueren 26 mil niños por causas que pueden evitarse, según revela el informe anual del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
En ese grupo de edad, las principales causas directas de mortalidad infantil son, en el 36 por ciento de casos, complicaciones neonatales (durante los primeros 28 días de vida), seguidas de neumonía (19 por ciento), diarrea (17), malaria (8), sarampión (4) y Sida (3). Cuba tiene el porcentaje más reducido de mortalidad infantil entre los países en desarrollo, y Argentina donde el riesgo de fallecer durante el embarazo o el parto es menor, con 1 caso por cada 530 mujeres.
Así lo indica el informe “Estado Mundial de la Infancia 2008”, presentado ayer en Ginebra por la directora ejecutiva del UNICEF, Ann Veneman, y la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.
A pesar de que los progresos son insuficientes, Veneman prefirió el optimismo al señalar que “incluso los países más pobres han registrado mejoras impresionantes en sus tasas de supervivencia y en la salud de la niñez”.
La ONU estableció en 1990 los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para mejorar la situación de los más pobres del mundo, y uno de ellos consiste en reducir en dos tercios esas muertes para 2015 con respecto al año de partida.
Ello supondría reducir a 4 millones las defunciones de menores de cinco años en 2015, pero los avances realizados hasta hoy aún son insuficientes. En 2006, esas muertes totalizaron 9.7 millones.
Ese mismo año, el índice mundial de mortalidad infantil fue de 72 muertes por cada mil nacidos vivos, una cifra que debería rebajarse hasta 31 por cada mil para 2015. Los expertos consideran que Oriente Medio, Asia Meridional y África son las regiones con mayores dificultades para alcanzar la meta señalada.
Hoy en día, África subsahariana y Asia meridional soportan la mayor carga de mortalidad infantil en el mundo, con el 80 por ciento de casos. De la primera región, compuesta por 46 países, se prevé que sólo tres (Costa de Marfil, Eritrea y Seychelles) puedan cumplir con el objetivo fijado por la ONU.
Sin embargo, al mismo tiempo, 61 países han reducido sus índices de mortalidad infantil hasta en un 50 por ciento o más y destacan los casos de Bangladesh, Bolivia, Bután, Eritrea, Laos, Timor Oriental y Nepal.
En la otra cara de la moneda están países como Afganistán, Angola, Burkina Faso, Chad, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial y Liberia, donde más del 20 por ciento de niños muere antes de cumplir su quinto cumpleaños.
En el caso de América Latina y el Caribe, se pasó de 55 a 27 fallecimientos en esa categoría, con lo que se considera que está “bien encaminada” para cumplir el ODM relativo a reducir en dos tercios esas muertes para 2015, con respecto a 1990.
Asimismo, UNICEF sostiene que la región latinoamericana y caribeña contó por 300 mil de los 9.7 millones de fallecimientos de niños con menos de cinco años en 2006.