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Policía culpable

JAQUE MATE

Víctor Hugo

“Culpable no es el que comete el pecado, sino el que causa la oscuridad”.

Víctor Hugo

En un principio las autoridades capitalinas culparon de manera automática, como siempre lo hacen, al dueño de la discoteca New’s Divine, Alfredo Maya Ortiz, por los hechos que provocaron la muerte de 12 personas la tarde del pasado viernes 21 de junio. Dijeron que él había provocado la estampida y que había violado todos los reglamentos posibles sin prestar atención a los más elementales preceptos de la seguridad y de la ética empresarial. Conforme se ha acumulado la información sobre lo ocurrido, sin embargo, ha quedado cada vez más claro que la tragedia la provocaron los policías que llevaron a cabo el operativo y no el dueño del antro.

Ayer las autoridades del Distrito Federal anunciaron la destitución de 17 comandantes de la Policía, principalmente de la delegación Gustavo A. Madero, pero también de la Venustiano Carranza por los errores “técnicos y operativos” cometidos en esa redada. Entre los comandantes destituidos está Alejandro Gamiño Tejeda, dos veces “policía del año”, la última vez apenas en 2007. Con anterioridad se había anunciado la consignación de Guillermo Zayas, el comandante que encabezó el operativo, a quien se ha acusado de “homicidio imprudencial”.

Todos los argumentos que se usaron para imputar a Alfredo Maya Ortiz la responsabilidad de la tragedia del New’s Divine están cayendo por tierra. Se dijo que él había ordenado que se pidiera a los jóvenes abandonar el lugar; hoy sabemos que fueron los comandantes del operativo quienes exigieron que se diera esta instrucción a través del sistema de sonido de la disco. Se afirmó que había provocado una estampida con el anuncio del operativo y el desalojo; hoy sabemos que fueron los policías —con sus armas de alto poder, sus insultos y sus agresiones a los parroquianos— quienes lo hicieron. Se dijo que había sobrecupo en la discoteca; pero hoy sabemos que no era cierto. Se dijo que había bloqueado la salida del antro; hoy sabemos que fueron los policías quienes lo hicieron.

A Alfredo Maya Ortiz se le ha consignado —el Gobierno del Distrito Federal tenía que castigarlo por algo— por el delito de “corrupción de menores”. Esto quiere decir que se le está acusando de haber permitido que se les sirvieran bebidas alcohólicas a menores de edad. Su hermano Juan Carlos me decía ayer por la mañana que esta acusación era falsa: en la tardeada, según él, sólo se servía cerveza, no alcohol de alta graduación, y únicamente a quienes se identificaban como mayores de edad. La mayoría de quienes estaban ahí estaba consumiendo refrescos, me dijo.

Horas después de que yo entrevisté a Juan Carlos Maya Ortiz, el propio jefe delegacional de la Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, reconoció ante la Asamblea de Representantes que ni se rebasó el cupo del local ni se dio de beber a menores de edad. Esto haría que cayera por tierra esa acusación por corrupción de menores en contra de Alfredo Maya Ortiz. También haría que se dejara sin sentido la oleada de acusaciones que se le hicieron a este empresario para culparlo de las muertes del 20 de junio.

El secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega, y el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, están empeñados en mantener una buena imagen pública ya que ambos tienen aspiraciones políticas para el futuro. Por eso quizá ha sido tan fulminante su reacción ante la creciente evidencia que señala que, al contrario de lo que se dijo en un principio, no fue el dueño del New’s Divine el responsable de las muertes sino la Policía con su operativo.

Ha sido el propio Joel Ortega quien dijo ante la Asamblea Legislativa que no permitiría que este hecho empañara su trayectoria política. Quizá a esto se deba la contundencia de la destitución de los 17 jefes policiales que se dio a conocer ayer.

El problema de fondo, sin embargo, no es determinar quién cometió los errores de operación del 20 de junio sino por qué se sigue recurriendo a operativos policiales que no tienen ninguna utilidad real para la protección ciudadana y que sirven sólo como instrumento de intimidación y extorsión. La función de la Policía Preventiva es proteger a los ciudadanos de los delitos que se cometen en su contra, pero los operativos en centros nocturnos se dirigen en buena medida a personas respetuosas de la ley que, si acaso, sólo cometen el delito de tratar de divertirse.

El operativo del 20 de junio en el New’s Divine nos ha dejado muchas lecciones. Es importante que se entiendan. Sería un error pensar que la lección principal es que los operativos deben planearse mejor para evitar tragedias. Lo que tenemos que entender es que los operativos en centros de diversión no son un instrumento adecuado de protección ciudadana en una sociedad moderna y abierta como la nuestra sino una simple herramienta de intimidación y extorsión.

FUTURO IMPORTADOR

Las cifras son contundentes, pero las fuerzas reaccionarias que se oponen a la reforma energética no quieren verlas. La producción de petróleo crudo de México cayó 10 por ciento en volumen entre mayo de 2007 y el mismo mes de 2008. El consumo de gasolina, impulsado por el mayor subsidio en la historia del país, subió 5.2 por ciento. No se necesita ser un genio para conocer el resultado final de esta estrategia. México se convertirá en un importador neto de hidrocarburos. Y sólo entonces nos daremos cuenta de lo estúpidos que hemos sido.

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