Una tanqueta del Ejército resguarda el área de la Presidencia Municipal de Lerdo, frente a la plaza principal. Más de 300 agentes de Policía y Vialidad de Lerdo dejaron de trabajar ayer tras el asesinato de cuatro compañeros.
Corren rumores sobre otro ataque de comando armado en el Centro de la ciudad.
Un día después de que un comando armado atacó el edificio de la Dirección de Protección y Vialidad de Lerdo, la ciudad despertó sin policías municipales ni de vialidad, pues los agentes se fueron a huelga para exigir mejores condiciones salariales y de equipo y otros de plano renunciaron.
Elementos del Ejército y las fuerzas federales tomaron el control de la seguridad en la ciudad, mientras se esparcieron rumores de que un comando armado llevaría a cabo otro ataque.
Hasta ahora algunos policías han regresado a trabajar, pero las autoridades ignoran cuántos elementos siguen en huelga o han renunciado. Las fuerzas federales mantienen el patrullaje.
La misma situación se vivió en Torreón en mayo de 2007 y en Gómez Palacio en noviembre de 2007, ante el deterioro de la seguridad en La Laguna.
Tras el asesinato de cuatro policías municipales el lunes se presentaron renuncias verbales de policías, pero el Ayuntamiento de Lerdo no pudo cuantificar el número de deserciones. La Dirección de Protección y Vialidad cuenta con 230 policías y 90 agentes de vialidad.
Por la mañana, unos 60 agentes se congregaron en la plaza de Lerdo, frente a la Presidencia Municipal. Pasadas las 9:30, el alcalde Carlos Aguilera apareció en público por primera vez desde el lunes y dialogó con los agentes, que exigían aumento de sueldo, pues algunos ganan unos 1,500 pesos a la quincena, y mejor armamento.
“Tenemos una situación”, dijo Aguilera y advirtió que un comando armado en 12 camionetas se dirigía al Centro de Lerdo.
“Que vengan”, desafiaron algunos agentes. “Si ya nos mataron a cuatro”.
Aguilera permaneció unos 10 minutos con los agentes cuando llegó la noticia de que se acercaba el comando, así como un convoy de soldados y policías federales. Los policías municipales se dispersaron por la plaza y Aguilera y otros funcionarios entraron en la Presidencia.
El edificio de la Presidencia quedó bajo resguardo militar, mientras que dos unidades militares y la PolicíaFederal inició el patrullaje de la ciudad. Los rumores resultaron falsos.
Aguilera se reunió después con un grupo de policías con quienes se comprometió a agilizar la compra de armas y un aumento de sueldo.
En Torreón, el alcalde José Ángel Pérez señaló que en esta ciudad, más que el resguardo de edificios municipales, la Policía busca el reacomodo de agentes en vigilancia en las calles, para mitigar el clima de inseguridad. “Necesitamos policías vigilando la ciudad”, dijo. “Nosotros tomaremos nuestras previsiones”.
