Policías municipales de Canatlán piden que se refuerce el apoyo del Ejército con retenes y rondines de vigilancia, pues no descartan que la delincuencia organizada se manifieste de nueva cuenta en esa localidad.
TEMOR
Elementos de Seguridad Pública sienten incertidumbre porque no descartan que el crimen organizado los ataque o incremente su actividad en el municipio.
Canatlán, Dgo.- Los tres hallazgos recientes de igual número de personas ejecutadas en esta localidad impactaron la vida de sus habitantes. En particular, policías municipales piden más apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por la actividad que se presume mantiene la delincuencia organizada en la localidad, toda vez que los retenes militares son escasos y esporádicos.
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad Municipal, que fueron entrevistados por El Siglo de Durango y pidieron el anonimato ante el temor de represalias, trabajan sin un director, luego de que el anterior, José Ricardo Gutiérrez Corral, está prófugo por la investigación que se le sigue por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Pocos retenes. En un recorrido no se detectó presencia militar en la confluencia que forman en Santa Lucía las carreteras Durango-Parral y Durango-Santiago Papasquiaro; tampoco en la entrada a la cabecera municipal, pese a que el pasado 10 de noviembre se supo sobre el fuerte operativo que se implementó para capturar al ahora ex jefe policiaco, Gutiérrez Corral, quien finalmente huyó.
Ese día no corrieron con la misma suerte sus más cercanos colaboradores Éric Márquez Flores y Jesús Reyes Aldás, que están detenidos y que hace tres meses llegaron junto con Gutiérrez procedentes del vecino estado de Chihuahua.
“A veces vemos a los militares con retén a la altura de Los Pinos, que está a diez minutos rumbo a Nuevo Ideal, y en otros días se ponen por el rastro de aquí de Canatlán, pero no es de todos los días”, subrayó uno de los entrevistados.
Aceptaron que se sienten inseguros y desprotegidos en caso de que la delincuencia decida incrementar su actividad.
“No nos queda más que echarle “fibra” (al trabajo) pero tenemos temor, porque puede haber represalias del crimen organizado contra nosotros los policías municipales por el simple hecho de que hagamos nuestro trabajo”.
Con sus ahorros se equipan. Los entrevistados declaran que poco es el equipo y la capacitación que tienen, de ahí que se sientan endebles ante el poderío y actitud sanguinaria que delincuentes ya manifestaron en la conocida tierra de las manzanas.
Revelaron además que algunos de los 46 policías con sus ahorros han comprado cargadores extras, porque el parque que inicialmente se les proporcionó en sus armas de cargo “se queda corto en caso de que se tenga que hacer frente a ataques de narcotraficantes”.
Describieron que el Ayuntamiento los dotó con armas tipo R-15, pistolas Beretta 9 mm y 38 Súper, lo que es mínimo si se recuerda que en la cabecera municipal en dos ocasiones este año presuntos “Zetas” han atacado con granadas de fragmentación.
Investigación. Policías municipales expresaron que no tienen impedimento para que autoridades estatales o federales los investiguen, porque se sienten tranquilos y no tienen nada qué ocultar.
“¿Usted cree que nos vamos a meter en eso (narcotráfico) si aquí viven nuestras familias? Aquí nos conocen todos y no se vale que por tres personas se manche la imagen de toda la corporación”, finalizaron.
El Siglo de Durango
