Afirman que acudieron al cuartel federal en "auxilio" pero sin saber a que iban.
Tortura, maltrato, intimidación, fue como describieron su experiencia de los últimos días a manos de la Policía Federal, algunos de los policías municipales detenidos tras una balacera con los agentes federales el lunes.
En sus primeras declaraciones públicas tras su detención hace casi una semana, 4 de los 35 policías detenidos contaron a El Siglo de Torreón que autoridades federales que los interrogaron manipularon las entrevistas para que exhibieran vínculos con el crimen organizado.
Los agentes, entrevistados en el Centro de Readaptación Social (Cereso) todavía tenían visibles golpes en sus caras y cuerpos, como ojos morados y moretones en la piel.
35 policías fueron detenidos por agentes federales luego de una balacera el lunes en la madrugada afuera del cuartel que aloja a la Policía Federal, en el ejido San Miguel de Matamoros. Los policías municipales aseguran que se requirió su presencia en “auxilio” aunque no sabían en qué situación se estaban metiendo, pues no todas las patrullas están en la misma frecuencia de radio.
Denunciados por la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) como informantes del crimen organizado, los policías se defienden y aseguran ser víctimas de agresión por parte de las fuerzas federales.
“Nosotros íbamos a un auxilio, no sabíamos de qué se trataba, pero cuando vimos que los federales disparaban nos dimos vuelta y siguieron disparando por la espalda. Me dieron y le dije a mi compañero que se detuviera”, contó Yesenia Montes Martínez, quien resultó herida en el tiroteo.
El caso de Montes es más dramático pues tiene dos meses de embarazo, el mismo tiempo que tiene de patrullera. Narró que fue golpeada por los policías federales que la arrestaron aún cuando les dijo de su estado.
Marco Antonio Martínez, de 25 años de edad, fue uno de los patrulleros de la unidad 35420, que según la SSP alertó a unos presuntos traficantes de droga para que huyeran de los federales en la colonia Nueva California.
En el Cereso, Martínez contó que los federales cerraron el paso a su patrulla y lo bajaron a él y a su compañero Carlos Leija Soto, los detuvieron y los llevaron al cuartel del ejido San Miguel. Ahí fue a donde se dirigieron decenas de policías municipales que exigieron la liberación de los dos agentes, aunque todavía no es claro dónde se originó la orden de acudir ahí.
Martínez dijo que en el cuartel escuchó el siguiente comentario de un agente federal a otro: “Hay como 20 municipalitos afuera. Jefe, nomás dé la orden para matarlos”.
Tras el tiroteo, los agentes fueron detenidos y llevados a la Procuraduría General de la República. El comandante José Antonio Madera, detenido el lunes, contó que en el interrogatorio un agente federal le preguntó “¿Cuánto ganas?”. El policía municipal respondió que su sueldo es de 5 mil 700 pesos a la quincena. Ese dato, afirma, fue usado por la SSP para afirmar, el martes siguiente, que esa cantidad era pagada por narcotraficantes para dar protección e información.
Los policías municipales confían en su defensa y esperan salir libres pronto.