“Me metieron en un cuarto de la academia y me desnudaron. Luego me pusieron una capucha negra en la cabeza. Los federales me empezaron a hacer tocamientos en diferentes partes del cuerpo. Se burlaban y amenazaban con violarme”, comentó una policía embarazada y arrestada por elementos de la Policía Federal.
No hay palabras
Los 35 elementos que fueron arrestados por policías federales el pasado lunes 8 de septiembre en un supuesto enfrentamiento, declararon ante el segundo visitador de la Comisión de Derechos Humanos en Coahuila, (CNDHC), David Omar Sifuentes, todos los abusos de los que fueron víctimas ese día.
Con la mirada llena de desolación, cinco elementos de la Policía Preventiva de Torreón describieron cada una de las humillaciones a las que fueron sujetos por lo federales, que a golpes les quisieron demostrar el poder que tenían sobre ellos.
Los acorralaron
Según los preventivos, los federales les prepararon una emboscada, en la cual cayeron creyendo que iban a recibir apoyo de ellos, por ser, se supone, del mismo bando.
Muchas patrullas no alcanzaron ni siquiera a llegar a las instalaciones de la PFP en San Miguel, ya que fueron sorprendidas por las de los federales, quienes no hacían distinción entre hombres y mujeres. A pesar de que había policías embarazadas, los federales no midieron palabras y se ensañaron más contra los policías municipales.
Como una película
Los policías dijeron que todas las horas que estuvieron en poder de los federales en San Miguel se les hicieron eternas.
Los taparon de la cabeza con sus mismas camisolas de la corporación municipal, no sabían que era lo que pasaba.
Algunos comentaron que solamente les quitaban las camisolas para meterlos a un cuarto de la institución federal, donde eran sometidos a fuertes castigos para obligarlos a declarar que formaban parte de alguna organización vinculada con el crimen organizado.
A cachazos
Con las armas largas, los municipales fueron golpeados en diferentes partes del cuerpo, otros más fueron pateados en la cara. Las mujeres fueron brutalmente golpeadas, y las que dijeron estar embarazadas, fueron sometidas a los más duros golpes. Una de ellas fue humillada al ser ultrajada por los federales.
DESESPERANZA. A pesar de los abusos de los que fueron víctimas, los policías municipales expusieron que al salir libres volverán a retomar su trabajo como policías.