Hace 40 años, varios políticos de la actualidad fueron contratados por el Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada en diferentes puestos. (El Universal)
Folios del AGN revelan convergencia entre personalidades de la vida política mexicana durante las olimpiadas de México 68. Unos pocos se enrolaron como empleados en el comité organizador de los XIX juegos.
¿Qué hay en común entre el embajador de Felipe Calderón ante el reino de España, Jorge Zermeño Infante, y Manuel Camacho Solís, asesor de Andrés Manuel López Obrador?
¿Dónde está un punto de convergencia en las vidas de José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Gilberto López y Rivas, integrante de la Comisión de Intermediación para el Diálogo de la Secretaría de Gobernación y el Ejército Popular Revolucionario (EPR)?
Hace 40 años, ellos, como cientos de jóvenes más, fueron contratados por el Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada en diferentes puestos.
Mientras en las calles fluía un movimiento estudiantil con desenlace trágico, otros jóvenes del 68 se ponían la camiseta de los juegos.
Otros más fueron Fernando Pérez Correa, Jorge Castañeda Gutman, Jacqueline Peschard, Fernando Lerdo de Tejada, de acuerdo con documentos del Archivo General de la Nación (AGN) abiertos por este diario.
Jorge Zermeño Infante, 19 años, trabajó antes como encargado de importaciones del First National City Bank; manejó “todo lo relacionado con créditos comerciales”. Había cortado sus estudios en el nivel medio superior. Su red de relaciones abarcaba entonces la colonia Lindavista, de la que era vecino, y su palanca en el comité organizador fue Héctor Ortega San Vicente, director de Administración, quien lo nombró auxiliar de medio tiempo en esa área del 10 de junio al 30 de diciembre de 1968. Ganó 900 pesos mensuales, como consta en su expediente, el 2458.
Como presidente del Congreso de la Unión, en diciembre de 2006, Zermeño puso la banda presidencial en manos de Felipe Calderón y éste se ungió Presidente de la República en caótica escena de sucesión.
Manuel Camacho Solís, 22 años, pasante de Economía en la UNAM. Había sido ayudante de la gerencia de una droguería, donde atendía “problemas relativos a nuevas inversiones, personal, relaciones públicas y financieros”. Ganó 2 mil 500 pesos mensuales, contratado para laborar del 1 de julio al 31 de octubre de 1968 como secretario auxiliar de Alejandro Ortega San Vicente, secretario general del comité, segunda posición después de Pedro Ramírez Vázquez, presidente del organismo.
Camacho declaraba hablar “muy bien” inglés, y el “deseo de mejorar mi preparación académica”. Una de sus referencias particulares fue el empresario Carlos Autrey, de acuerdo con el expediente 3025.
Cuatro décadas después es uno de los asesores de Andrés Manuel López Obrador, en el Frente Amplio Progresista (FAP).
José Ángel Gurría Treviño, 18 años, empezaba Economía en la UNAM. Entonces su currículum ocupaba una hoja de mecanografía impecable. Apuntó tener dominio del inglés, francés, italiano y manejo elemental de alemán. Fue contratado como intérprete de prensa, del 15 de septiembre al 17 de octubre de 1968, con un sueldo de 3 mil pesos mensuales, como señala el expediente 8895.
Para entonces, Gurría había sido traductor en la Oficina Financiera de la Comisión Federal de Electricidad y edecán en la Tercera Semana Deportiva Internacional, un evento preliminar de la olimpiada.
Desde junio de 2006 dirige la OCDE; en su faceta políglota agregó el dominio del portugués, y en su disciplina profesional es personaje fundamental en la conducción de la economía mexicana del último cuarto de siglo.
Gilberto López y Rivas, 25 años, en el expediente 2784 notificó que estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología. Fue investigador en el programa de Exposiciones, dedes el 1 de septiembre de 1967, con un salario de mil 500 pesos mensuales, que subió a 3 mil pesos mensuales del 15 de julio de 1968 y hasta el 31 de octubre, por jornada completa.
Un historial de López y Rivas indica su activismo en el movimiento estudiantil de ese año, simultáneo a su empleo en el Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada.
Fue asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), durante los diálogos de San Andrés Larráinzar y, en 2008, se integró al comité de intermediación para un eventual diálogo entre la Secretaría de Gobernación y el EPR.
Todos ellos, y muchos más, estuvieron en el enjambre de miles de personas con responsabilidades en los juegos olímpicos.
Hasta una ex primera dama tiene expediente
Ahí estaban: una joven secretaria que sería primera dama de México; un muchacho, hijo de un héroe del Escuadrón 201, que llegaría a ser senador de izquierda; un redactor de prensa que sería historiador. Participaban en las filas del 68, las del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada.
La joven de la colonia Cuauhtémoc que sería doctora en Ciencia Política, tomó la trinchera de edecán en la olimpiada; la chica del Pedregal que brillaría en la investigación histórica, se sumó también al organismo en aquellos días.
En las calles de la capital el activismo estudiantil se combinaba con un ambiente previo de olimpiadas con lemas de paz.
Expedientes del Comité Organizador de los Juego de la XIX Olimpiada, del Archivo General de la Nación (AGN) consultados documentan las posiciones de quienes serían personajes en las décadas siguientes.
Cecilia Occeli González, 27 años, con estudios de secretaria ejecutiva high school, tuvo contrato del 1 de septiembre al 31 de octubre de 1968, como secretaria ejecutiva C, en la Sección Ecuestre de Avándaro, con sueldo de 3 mil pesos mensuales.
En el expediente 5340 constan sus referencias particulares, entre ellas, Raúl Salinas Lozano, con cinco años de conocerlo.
Autorizó su ingreso, el coronel Antonio Haro Oliva, después de pruebas de aptitud.
Las tareas en Avándaro por dos meses representaron el primer empleo de Cecilia Occelli, quien 20 años después, en el sexenio de 1988 a 1994, fue primera dama, al lado de Carlos Salinas de Gortari,
Graco Ramírez Garrido Abreu, 19 años, estudiante de la preparatoria 7 de Coyoacán, con un inglés “regular” y “buen” italiano, fue ayudante de limpieza y restauración de colecciones en la subdirección de Exposiciones, con mil 500 pesos de sueldo mensual, del 1 de julio al 31 de octubre de 1968, indica el expediente 2792.
Es senador del PRD, por el estado de Morelos, y en su currículum señala que fue líder estudiantil en 1968.
Héctor Aguilar Camín, 22 años, licenciado en Ciencias y Técnicas de la Información, fue ayudante técnico D, en la Villa Olímpica, del 1 de abril al 15 de octubre de 1968, con un sueldo de 4 mil pesos que se incrementó a 5 mil pesos mensuales, señala el expediente 2143. Desde la década de los 90, destaca como autor e historiador.
Soledad Loaeza, 18 años, fue edecán de atención a visitantes, con actividades desde el 15 de septiembre de 1968, y sueldo de 3 mil pesos mensuales, informa el expediente 8359.
La ex senadora Silvia Hernández (PRI) operó un conmutador del 11 de septiembre de 1967 al 24 de abril de 1968, dice el expediente 1189 del AGN. Ellos son los otros jóvenes del 68.