En climas secos y calurosos como los de Monterrey, Coahuila o Chihuahua, es importante tener siempre hidratada la piel.
El frío deshidrata el cutis y provoca tirantez; el calor extremo y la exposición al sol pueden causar envejecimiento prematuro y manchas; el viento reseca la epidermis.
La piel siempre se enfrenta a las inclemencias del tiempo que no sólo la dañan, sino que también pueden incrementar el número de arrugas o hacerlas profundas.
Hay pocos climas que favorecen a la belleza de la piel; sin embargo, que si se tienen los cuidados precisos, se puede conseguir un rostro joven, sano y bello, en cualquier tipo de clima.
Climas que benefician
En los climas tropicales y en las costas, hay que cuidarse del sol, que es el principal enemigo de la belleza: provoca manchas, que se engrose la piel y, en consecuencia que las arrugas sean muy profundas.
En este tipo de ambiente tenemos a favor la humedad, que ayuda a la hidratación cutánea; en contraste, en los climas fríos, la piel se reseca mucho y no es fácil rehidratarla.
El clima frío favorece a las pieles grasas, porque controla la producción de sebo, cierra los poros y no provoca brillos. También se ha observado que las personas que viven en climas fríos tienen más turgencia.
Las pieles secas, en cambio, sufren mucho, porque se agrietan, se parten y se arrugan.
Si hablamos de recursos cosméticos como el botox o los rellenos, éstos duran más en lugares fríos que en los cálidos.
Región por región
Respecto a un ambiente urbano como el de la ciudad de México, es desfavorable la contaminación, pero la altura beneficia a la dermis.
La piel tiene turgencia y el poro está cerrado; sin embargo, es muy grande la producción de radicales libres contra los que lucha el organismo.
En climas secos y calurosos como los de Monterrey, Coahuila o Chihuahua, es importante tener siempre hidratada la piel, pues de lo contrario la resequedad puede ocasionar la aparición de más líneas de expresión.
La atmósfera ideal para una piel hermosa es de 20 grados centígrados y sin exposición al sol. Esas son las condiciones para todo tipo de cutis.
Una buena alternativa para quienes tienen deseos de practicarse alguna técnica de rejuvenecimiento pero temen reacciones adversas a las sustancias que se utilizan en ellas, es la de aplicar la propia grasa para rellenar los desagradables surcos que se forman en la cara.
