Durante la comparecencia de Alberto Cárdenas, no se hicieron esperar las pancartas, los gritos y las reclamaciones de todo tipo. (Agencia Reforma)
Algún día soñó que él podría ser presidente de la República. Lo intentó. Adoptó como nombre de batalla política El Caballo Negro. Ayer (jueves), en el Palacio Legislativo, finalmente llevó el brazo adelante y exclamó: “¡Sí protesto!”, pero no como jefe del Ejecutivo. Él se comprometió a contestar con la verdad a las preguntas de los diputados.
Después, Alberto Cárdenas Jiménez, secretario de Agricultura intentó y logró mantener la serenidad. No se alteró, ni cuando Susana Monreal, del PRD, le puso a unos centímetros de su rostro una cartulina con la leyenda: “¡Mentiroso!”.
Impacible, el funcionario escuchó a quienes le demandaron que se haga a un lado, que deje su cargo. “Sabia virtud de conocer el tiempo, haga un examen de conciencia, por el bien del campo, renuncie. O en el lenguaje de ustedes ¡por el amor de Dios, renuncie señor secretario!” le exigió José Escajeda.
Parecía pues, que Alberto Cárdenas seguía las recomendaciones de los legisladores de su partido, de no enojarse ante la andanada de críticas, los ataques, las palabras duras. Pero llegó a la tribuna Isael Villa, priista, de recortado bigote, muy parecido al Charlie Chaplin, el charlot de las películas mudas.
“A usted le gusta mucho que lo nombren, usted se nombra El Caballo Negro”, dijo Villa. El funcionario no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su cara.
“Pues yo diría, que por su cerrazón ¡usted se debería nombrar el burro pardo!” añadió el orador. De inmediato cambió el gesto de Alberto Cárdenas, enrojeció, algo murmuró entre dientes. Protestaron los panistas. Se calentaban los ánimos.
Cuando llegó su oportunidad de responder, el ex gobernador de Jalisco sacó algo de su temperamento, lamentó que a veces no se pueda contestar de otra forma para no romper la armonía. Le aplaudieron los suyos. Juan José Rodríguez Pratts, del PAN, solicitaría luego que la alusión al burro de pardos cabellos fuese borrada del diario de los debates. El que lo había dicho aceptó. Pero Susana Monreal exigió que también se quitara entonces la bravuconada de Cárdenas Jiménez.
Una comparecencia difícil. Lo recibieron tibios aplausos. El secretario intentó saludar con un beso a Rosa Elia Romero, del PT, secretaria de la Mesa Directiva. Ella se hizo hacia atrás.
Destaca México en producción de alimentos
Aun con todos los males, deficiencias y tareas pendientes en el sector rural, México está entre los principales actores mundiales en la producción de alimentos, aseguró el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez.
Al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados, destacó que el país ocupa el sitio 12 en cuanto a producción y exportación de alimentos, además de ser el octavo importador.
Explicó que México aumentó su producción en 15 años al pasar de 14 millones de toneladas de maíz a 25 millones; en hortalizas creció de seis millones de toneladas a 11.5 millones, es decir, casi el doble, mientras que en frutas la producción aumentó de 11 millones de toneladas a 17 millones.