Un descuido de la directora del jardín de niños Sor Juana Inés de la Cruz, provocó que la niña Briseida Villalobos Esqueda se quedara sin la oportunidad de seguir acudiendo a la escuela primaria donde ya había iniciado el primer grado, de la cual fue suspendida por carecer del certificado de preescolar.
Su madre, Érika Esqueda Martínez, dice que ya no encuentra la forma de hacer que su hija no pierda el año escolar, pues ha acudido ante los encargados de las diferentes áreas de la Subsecretaría de Educación en la Región Lagunera de Durango, donde la única opción que le ofrecen es que la pequeña vuelva a cursar el tercer grado de jardín.
Tan sólo en ese plantel educativo, que se localiza en la colonia Los Álamos, unos siete u ocho pequeños tuvieron que recursar el último grado porque carecían del certificado oficial de la Secretaría de Educación Pública.
La abuela de la niña, Carmen Martínez Campos, así como la tía, Graciela Martínez, señalaron que todo el problema se originó porque a la directora del jardín de niños, María del Refugio Vázquez Enríquez, se le olvidó enviar en el plazo establecido, la papelería de esos alumnos para su registro a la ciudad de Durango, por lo que la Secretaría de Educación en el Estado no la recibió oportunamente para la expedición de los certificados que acreditaran haber cursado el nivel preescolar, cuyos dos últimos grados son obligatorios para ingresar a primaria.
“Eso fue lo que nos dijeron en la Subsecretaría por debajo de la mesa, pero creemos que no es justo que por el olvido de la maestra nuestra niña se haya quedado sin escuela”, señalaron.
Briseida, como el resto de los niños de su edad, acudía al jardín de niños para cursar el tercer grado, tuvo su ceremonia de graduación con toga y birrete y hasta se tomó una foto de la generación 2006-2007 con todos sus compañeros; meses antes, en febrero del año pasado, su madre recibió de manos de la directora la constancia de que la niña cursaba el tercer grado de preescolar, con la cual pudo inscribirla en la primaria Ignacio Zaragoza.
Debido a que la entrega de certificados de preescolar sólo se realiza de manera simbólica, la familia continuó a la espera de que llegara el documento, ya cuando la niña cursaba el primer grado de primaria; en enero pasado, el plantel determinó darla de baja por no presentar el documento, por lo que desde entonces Briseida no va a la escuela.
Y es que según cuenta Érika Esqueda, la directora del jardín de niños le retiró la constancia que le había entregado en febrero, con el argumento de que la pequeña no tenía la edad para ingresar a la primaria, a pesar de que en septiembre de 2007 ya había cumplido los seis años y por lo tanto, cubría el requisito para su ingreso (toda vez que se deben inscribir todos los niños y niñas que cumplan esa edad hasta el 31 de diciembre.)
Otra de las justificaciones que han tratado de ofrecerles, es que el grupo en el que cursaba la niña era mixto, que se atendían alumnos de segundo y tercer grado y que por una confusión “creímos que Briseida estaba en tercero, pero que en realidad cursaba el segundo grado”, el cual ya había cubierto de manera satisfactoria.
“Hasta se atrevieron a decirnos que si estuvo en su graduación fue porque nosotros así lo pedimos, para que la niña no se sintiera mal”, dijo Érika, al calificar como una irresponsabilidad que antes de cuidar los intereses y la educación de los pequeños, se esté privilegiando una actitud de descuido por parte de la directora.
Versión de la Subsecretaría
La Subsecretaría de Educación en la Región Lagunera de Durango aclaró que en forma oportuna, los encargados del plantel hicieron saber a la familia Villalobos Esqueda que la pequeña cursaría el segundo grado de preescolar, en un grupo mixto en el que también se atendió a niños y niñas de tercer grado.
La dependencia señaló que sin embargo, la directora del jardín de niños cometió un error al permitir que Briseida, junto con otros pequeños que aún no concluían el nivel, participara en la ceremonia de graduación de la misma forma en que lo hicieron quienes ahora están cursando el primer grado de primaria, haciéndole creer que igual que ellos iría al otro nivel, cuando no fue así.
El vocero de la Subsecretaría, Carlos Fuentes, indicó que es usual que en los planteles de dicho nivel, se organicen ceremonias de fin de cursos y “se les entreguen hojas en blanco a los pequeños cuando concluyen algún grado, sin necesidad de que esto implique un certificado ni documento que tenga validez oficial”.
La Subsecretaría sostuvo que además, la madre de la pequeña “pidió el favor” en la primaria Ignacio Zaragoza para que le aceptaran a su hija sin la documentación requerida, por lo cual rechazó que se haya expedido una constancia por parte del jardín de niños para permitir que fuera incluida en ese nivel en el ciclo escolar 2007-2008.
Por este motivo, la dirección del plantel tuvo que darla de baja porque no se presentó el certificado oficial, aunque en este caso también los encargados de la primaria incurrieron en una falla, al permitir que se inscribiera sin la documentación necesaria, según se dio a conocer.
La dependencia señaló que definitivamente, la única alternativa para esta familia, como el resto de los niños en circunstancias similares, es la de inscribirla en el tercer grado para que cuente con el documento y de esta forma se le permita iniciar la educación primaria, según la resolución a que llegó el Departamento Jurídico de la Subsecretaría.
