Silvia Escalera pidió que liberen a su hija.
“Están a tiempo. Gánense el cielo, devuélvanme a mi hija y todos quedamos en paz”, fue el mensaje que Silvia Escalera envió ayer a a los secuestradores que el 10 de septiembre de 2007 se llevaron a su hija, Silvia Vargas Escalera, de 18 años.
La mañana de ayer, la madre de la joven plagiada, esposa de Nelson Vargas, ex director de la Comisión Nacional del Deporte, se presentó en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, y en plena acera improvisó una conferencia de prensa.
Ahí pidió a los representantes de los medios reproducir el mensaje de ofrecer una recompensa para quien le entregue a su hija, o en su caso, proporcione datos para dar con su paradero.
La mujer fue acompañada por su hijo menor de nombre Nelson Vargas Escalera y en un mensaje emotivo expresó a los plagiarios “por piedad les suplico que me devuelvan a mi hija. Lo único que me interesa es recuperarla. Quiero que sepan que el acuerdo sigue en pie, solamente devuélvanme a mi hija y ustedes tendrán su recompensa”.
Y les recalcó: “de corazón no hay rencor ni odio. No habrá represalias y sí recompensa para quien nos dé informes precisos para dar con ella o para quien nos la devuelva”.
La joven fue secuestrada la mañana del 10 de septiembre cuando se dirigía de su casa en el Sur de la Ciudad de México hacia el Colegio Alexander Bain, en la colonia Las Águilas.
Al estilo de lo que ocurrió con el joven Fernando Martí, desde el primer día del secuestro la familia tuvo contacto con los plagiarios. Después de poco más de dos semanas de negociaciones e intercambio de pruebas de vida de la muchacha, pactaron las condiciones para la liberación de Silvia. Sin embargo, los contactos se interrumpieron.
“Yo les pido a las personas que se la llevaron, que la cuidaron, que la han alimentado, que por favor establezcan contacto conmigo”, dijo.
La familia afectada ofreció el número telefónico 01-800-31-96-96, así como la página electrónica www.silviavargas.com.mx y el correo electrónico silviavargas@silvargas.com.mx donde la gente interesada en la recompensa podrá hacer su llamada de forma confidencial y anónima.