¿Qué tipo de insatisfacción marital contribuyó a mi infidelidad?
Te sorprenderá conocer, querido lector, querida lectora, los datos que arrojan ésta y otras preguntas en las últimas investigaciones sobre el porqué hombres y –mujeres- son infieles.
Mi nombre es Hugo y soy un contador divorciado con dos hijos; me va relativamente bien, aunque no lo suficiente para solventar los gastos. En algún momento, me di cuenta de que mi mujer no me quería, no me admiraba. “Eres un mediocre, un perdedor”, me decía. Lo curioso es que me llegó a convencer de que era cierto. Todo lo que hacía, sin importar qué fuera, estaba mal, y era imposible hacerla feliz. ¿Sexo? Una vez cada San Juan, y me hacía sentir que me hacía un gran favor. Hasta que un día, Yola entró a trabajar a la oficina. Ella no era ni más guapa, ni mejor persona, ni más sexy. Pero me respetaba por mis conocimientos y me hacía sentir inteligente e importante. Y sí, salí y anduve con ella. Al fin alguien me decía que hacía bien las cosas. ¿Qué te puedo decir? La verdad... me sentía muy bien.
¿Sabías que, como lo muestra este testimonio, las razones por las que se da la infidelidad poco tienen que ver con sexo? ¿Que el infiel no siempre es un cretino? ¿Que la otra persona no suele ser más atractiva que la pareja? Y ¿Que la mayoría de los infieles realmente se sienten muy mal por lo que hicieron?
En el libro The Truth about Cheating, el terapeuta matrimonial Gary Neuman revela las verdaderas razones que orillan al hombre a refugiarse temporal o permanentemente en “la otra”.
Aclaro que el estudio realizado por Neuman se enfocó exclusivamente en los hombres, sin embargo, al leer el libro, como mujer me doy cuenta de que los reclamos son los mismos para ambos sexos. Así que esta última conclusión es mía, y espero que coincidas.
Claro que a todos nos gustaría pensar que la infidelidad es algo que ni siquiera está en los pensamientos de nuestra pareja, y quizá así sea, o quizá... por ahora. Me parece que el conocerlas, nos ayudará a prevenir que esto suceda y, al mismo tiempo, reforzará nuestro matrimonio.
La encuesta se hizo en 48 estados de la Unión Americana, con 25, 500 respuestas individuales de hombres de distintos orígenes étnicos, culturales y raciales. El estudio concluye que el 69 por ciento de los esposos que traicionaron, nunca lo consideraron una posibilidad. El resto, que anticipó que podría hacerlo, nunca se lo dijo a su esposa o evitaban astutamente el tema.
LA PRINCIPAL RAZÓN
Los hombres infieles contestaron a la pregunta: ¿Qué tipo de insatisfacción marital contribuyó a mi infidelidad?
48%—Principalmente, insatisfacción emocional.
32%—Insatisfacción emocional junto con insatisfacción sexual.
12%—Otra/ninguna insatisfacción.
8%—Principalmente insatisfacción sexual.
El resultado es asombroso si tomamos en cuenta que al hombre siempre se le ha considerado el “menos emocional” de los sexos. Sin embargo, a pesar de todas sus habilidades, deseos y necesidades, la mayoría de los hombres no están a la búsqueda de una fantástica sexo-aventura con otra mujer. Lo que buscan es una conexión emocional. Simple y llanamente. Peero... lo mismo las mujeres. Nada nos seduce más que sentirnos apreciados y valorados por el otro. Y nada nos aleja y desconecta más que nos hagan sentir menos.
Lo increíble es que cada detalle, cada pequeño esfuerzo que hagamos para reforzar la parte emocional de nuestra pareja, de nuestro matrimonio, rápidamente se traducirá en una mejor calidad de relación sexual. Así, entramos en un círculo virtuoso que nos lleva a la plenitud como pareja y se convierte en el mejor antídoto contra la infidelidad.
“Te amo no sólo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo...”.
